BILBAO. En declaraciones a Onda Vasca, recogidas por Europa Press, Fernández se ha referido además a la reunión de este domingo en Bruselas en la que 16 Estados miembros de la Unión Europea han tratado de sentar las bases de una nueva política migratoria.

En este contexto, Fernández ha considerado que la reunión de esta semana del Consejo Europeo va a ser "determinante" para que "las cosas vayan en una dirección más o menos constructiva o sigan por el contrario despeñándose por el territorio de la inacción y el desencuentro".

Asimismo, ha lamentado que se esté premiando a algunos países la "insolidaridad" pese a que en Europa hay muchos "países, regiones, pueblos que tenemos voluntad de acoger". "No puede ser que estemos asistiendo de manera pasiva porque no se nos permite, no se nos da margen para intervenir", ha lamentado, al tiempo que ha considerado "importante que se abran puertas".

Tras recordar que el Gobierno Vasco "no puede actuar por libre" en esta materia al estar la competencia de admisión de solicitantes de asilo residenciada en el Ejecutivo central, ha incidido en que el Ejecutivo Vasco busca "por diferentes vías" desarrollar su propia capacidad.

"Hemos impulsado una experiencia piloto, denominada Auzolana, que nos ha permitido ensayar en Euskadi con 50 personas solicitantes de protección internacional una experiencia de acogida en la que los ayuntamientos tienen un papel más activo. También hemos intentado, sin conseguirlo, que se abra la vía de los visados humanitarios que ha funcionado en Italia y Francia", ha criticado.

Asimismo, ha valorado que de la mano de Acnur el Gobierno vasco está a punto de promover otra experiencia piloto de refugiados mediante un modelo denominado 'patrocinio comunitario' y que "ha funcionado durante años en Canadá". "Permite ampliar la acogida de refugiados con una alta implicación de la sociedad civil", ha añadido.

"MASA CRÍTICA"

De este modo, Fernández ha destacado que en Euskadi existe una "masa crítica" en la sociedad dispuesta a implicarse en esta cuestión, algo que hay que "valorar, potenciar y promover".

"Es muy importante que seamos capaces de defender que, pese a que se vincula todo lo referente a la acogida de migrantes y personas refugiadas bajo el argumento de que supone un costo, se desarrolle el contrario: que la llegada de estas personas representa también una oportunidad de riqueza", ha expresado.

En esta línea, ha subrayado que algunos de los países más "prósperos o avanzados del mundo" como Canadá o Alemania son "los que más han acogido e integrado a refugiados y migrantes", cuestión que han convertido "en riqueza".

"Acoger a estas personas tiene que ver con un principio de solidaridad y es un deber ético. Eso es lo primero porque esto le puede pasar a cualquiera en cualquier momento de la historia, pero también debe vincularse con una idea de que es una forma de riqueza social, pluralidad, prosperidad", ha sostenido, para añadir que el hecho de que vengan "más personas a vivir con nosotros en un momento en que hay una crisis demográfica gravísima en Europa es una oportunidad que debe ser promovida".