MADRID. Casado, que ayer hizo pública su candidatura, se ha mostrado convencido en varias entrevistas concedidas hoy de que las primarias del partido serán "limpias" y "sanas" con independencia de los candidatos que se presenten.
Se ha desmarcado de las opiniones que le sitúan en una candidatura intermedia entre la actual secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, que hoy podría hacer pública la suya, y la exvicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría, que aún no ha desvelado si optará o no a la Presidencia.
"No soy árbitro de nada, me presento para ganar", ha recalcado Casado, que espera poder aglutinar en su proyecto a todos, incluido el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, porque es un "referente imprescindible".
Aunque ha asegurado que no sabe por qué Feijóo ha declinado presentarse, ha señalado que "no es una noticia buena" pero que revitalizar al partido en los dos años que quedan hasta las generales "no es una tarea fácil".
"Ojalá pudiera contar con él", ha deseado y se ha comprometido a llamarle para sumarle a su proyecto.
Preguntado si ha hablado con el expresidente José María Aznar, ha contestado que ha hablado "con quien tenía que hablar que es Mariano Rajoy", quien se ha mantenido "absolutamente neutral" y convencido de que estarán "a la altura de las circunstancias" para dejar un partido más unido y fuerte.
Y sobre el certificado como diputado solicitado al Congreso por la jueza que investiga cómo obtuvo su máster, ha apuntado la casualidad de que los "tres trabucazos" que ha recibido en sus quince años en política se hayan producido en tres fechas destacadas de su carrera.
"Lo que la jueza está haciendo es un formalismo", ha dicho Casado, que ha insistido en que "extraña mucho" que la petición, que se cursó la semana pasada, se hiciera pública justo el mismo día en que anuncia su candidatura.
Ha dicho que se toma estas situaciones "con resignación" y ha llamado a reflexionar: "¿A quién beneficia esta situación".
"Yo no lo sé", ha apuntado el dirigente popular, que ha asegurado que "por suerte" él no tiene "ningún problema de corrupción".