madrid - El expresidente del Gobierno español y presidente del PP, Mariano Rajoy, pidió ayer, ante la Junta Directiva Nacional de su partido, que quien gane el próximo congreso y sea elegido presidente del partido cuente con sus rivales, aunque precisó que desconoce si se presentarán varias personas, y ha dejado claro que él no ejercerá ningún tipo de tutela. En este sentido, insistió en que él no tiene sucesores, ni delfines, que no va a señalar a nadie y que no habrá ningún tipo de tutelas.
Rajoy fue recibido por sus compañeros puestos en pie y aplaudiendo sin parar a pesar de las veces que él les ha pedido que terminaran ya para comenzar su intervención. Durante su discurso, el dirigente popular ha admitido que la elección de un nuevo líder es un proceso “delicado y puede generar tensiones”. Por ello, justificó que no se prolongue en el tiempo y se vaya a hacer lo más pronto que permiten los estatutos, anunciando así que será el 20 y 21 de julio.
El todavía líder del PP aceptó que el proceso se pueda plantear como una competición “natural y sana” pero sin rencillas y navajazos entre los contendientes, ya que al final, el PP tendrá que estar “más unido”. Mariano Rajoy confía en que estarán a la altura de la situación, sin miedos, ni recelos, con absoluta normalidad y augura que habrá que hablar de personas si es que hay varios candidatos. Por eso reclama que se comparen los “méritos y virtudes y no las carencias y los defectos”. “Seamos positivos”, exclamó antes de pedir al nuevo líder que “gane quien gane, al día siguiente deberá contar con sus rivales si los hubiera porque necesitará de la experiencia de todos para recuperar ayuntamientos, comunidades autónomas y el Gobierno”.
El expresidente español explicó a sus compañeros que de él pueden esperar “respeto absoluto” a la decisión que adopten, que no quiere, ni debe designar un sucesor, “ni señalar a nadie con el dedo, ni vetar a nadie, ni influir o condicionar” lo que tiene que ser una libre elección. En este sentido, precisó que el PP es un partido “adulto y capaz” de actuar sin ningún tipo de “tutela”.
Aún con las manifestaciones la semana pasada de José María Aznar en el recuerdo, en las que se ofreció para la reconstrucción del centroderecha español, Rajoy reivindicó la “independencia y la personalidad” del PP al tiempo que reclamó a quien dirija el partido tras el congreso que siga defendiendo esa independencia por entender que “nadie, desde fuera, tiene derecho a dictar al PP lo que debe hacer o quien debe ser” su líder.
Hasta ahora, ningún cargo del PP ha dado un paso al frente para anunciar que competería en la carrera sucesoria. En las quinielas, parte como favorito el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, pero también aparecen la exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría y la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal. Con menos fuerza suenan los nombres de Ana Pastor o el exministro Íñigo de la Serna. Santamaría dio a entender que ya ha tomado una decisión sobre su candidatura pero prefirió no desvelarla y se ha limitado a recalcar que este es un momento importante en el que se requiere “compromiso y hacer las cosas con rigor, seriedad y responsabilidad”.
Cospedal tampoco se descartó el pasado miércoles cuando se le preguntó por su futuro político en varias entrevistas. Y ayer tampoco lo hizo De la Serna, que agregó además que no pasaría “nada” si hubiera varios aspirantes. Por su parte, Feijóo no quiso desvelar sus planes y recordó que los plazos son entre el 18 y 20 de junio. Eso sí, animó a todo aquel que quiera presentarse a hacerlo porque “tienen el derecho” y la “responsabilidad” de hacerlo. - DNA