madrid - Tras varios días deshojando la margarita, el PP decidió ayer pasarle la factura al PNV por haber dejado caer a Mariano Rajoy en la moción de censura que convirtió al socialista Pedro Sánchez en presidente. El despecho se ha traducido en un castigo a la comunidad autónoma en el capítulo de las inversiones que recogen los Presupuestos estatales para este año y, además, en cuestiones de impacto económico como la formación para el empleo y los centros de innovación. El PP registró ayer tres enmiendas parciales en el Senado para desmontar más de 35 millones de euros que iban a destinarse a la Formación Profesional de Hobetuz (el Gobierno español de Rajoy acordó con el PNV pagar 26,6 millones de euros por un conflicto que lleva años coleando y ahora el PP rompe ese compromiso) y a dos centros vascos de investigación (el Biscay Marine de energía marina, y el Cidetec de Gipuzkoa, que es un referente mundial en el almacenamiento de energía y en los sistemas de recarga de los vehículos).

El PP pretende un trasvase de 35,1 millones de euros desde la comunidad autónoma y desde proyectos de innovación mundialmente reconocidos, hacia otras iniciativas estatales para mejorar el transporte en las zonas despobladas, los regadíos en Canarias y la implantación de la fibra en polígonos industriales españoles. El PP aseguró que no le mueve la venganza, pero el PNV no vio otro argumento posible que justifique este extraño movimiento. La Ejecutiva jeltzale abordó ayer este asunto en su reunión semanal en Sabin Etxea y pidió al PP, y muy en especial a sus representantes vascos en Madrid, que explique cuál ha sido su criterio. Mostró su “perplejidad” y criticó la decisión por “injustificada e irresponsable”. “Amenaza con privar a la ciudadanía vasca de más de 35 millones de euros que iban a ser destinados a la creación de empleo y la investigación, dos pilares de las sociedades del siglo XXI”, criticó, para recordar que esas enmiendas no tenían trasfondo político. El PNV dijo que, si lo que buscaban los populares era saldar “algún tipo de cuenta”, lo único que pueden conseguir es “penalizar al conjunto de la ciudadanía vasca”.

Uno de los senadores del PP es el alavés Iñaki Oyarzábal, que se ve ahora en una situación comprometida para justificar su rechazo a las inversiones vascas y su apuesta por inyectar ese dinero a otras comunidades que no son la que representa él mismo y la que le ha votado para ejercer el cargo. El PP es consciente y, en puertas de las elecciones municipales y forales de mayo, trata de quitarse presión asegurando que la operación es quirúrgica y no afecta a lo esencial. Oyarzábal dijo que las inversiones afectadas solo interesaban al PNV.

Los Presupuestos recogen 540 millones para la comunidad autónoma. De ellos, 470 aparecían de saque en el anteproyecto que presentó Rajoy, porque forman parte de los compromisos pactados el año pasado con el PNV y debían tener un reflejo en los años venideros, como el Tren de Alta Velocidad. Otros 70 millones los introdujo el PNV con enmiendas parciales en el Congreso (por ejemplo, el funcionamiento del aeropuerto de Foronda las 24 horas del día, las obras en el puerto de Pasaia, la depuradora de Galindo, y los diez millones en I+D+i). De esos diez millones para la innovación, el PP borra los 5,5 de Cidetec y 3 del Biscay Marine (Bimep). Ninguno de los centros está en Araba, su principal caladero electoral y el territorio de Oyarzábal.

Estas enmiendas tienen garantizada su aprobación en el Senado por la mayoría absoluta del PP. Entre mañana y el jueves se someterán a votación en comisión, y el lunes se producirá el debate final en el Senado. Ese trámite no es definitivo. Las modificaciones que se introduzcan tienen que obtener el visto bueno del Congreso, donde el reparto de fuerzas es diferente y el PP carece de mayoría absoluta. El PSOE se ha comprometido a tumbar las enmiendas de revancha contra el PNV, que apoyó a Sánchez en la moción de censura. También se antoja muy complicado que los soberanistas catalanes o Unidos Podemos aprueben las enmiendas del PP, porque rechazan los Presupuestos en su globalidad y, por extensión, cualquier aportación que pueda hacer el grupo popular. Salvo sorpresa, el proyecto quedará aprobado en los términos en que fue pactado entre Rajoy y el PNV, con las inversiones vascas intactas, pero esta situación provoca incertidumbre y el PP pretende colocar en una posición incómoda a los socialistas y a Podemos para que se vean en el compromiso de rechazar inversiones que van destinadas a todo el Estado. La votación final en el Congreso tendrá lugar en la semana del día 25. El PNV apeló ayer a la responsabilidad de los representantes vascos.

las enmiendas El PP enmendó los 26,6 millones destinados a Hobetuz, que está adscrito a Lanbide. En el acuerdo presupuestario de 2017 se pactó que el Estado pagase esa cantidad, que se remonta a un largo conflicto. Se da la circunstancia de que, en este caso, existe un protocolo oficial firmado a finales del pasado año entre el consejero vasco Pedro Azpiazu y el exministro Cristóbal Montoro (Protocolo General de Actuaciones entre la Administración General del Estado y la Comunidad Autónoma del País Vasco para la coordinación financiera de los instrumentos de impulso a la creación de empleo). Este acuerdo institucional da mayor rango a la controversia. Ese dinero se destinará a la mejora del transporte en zonas despobladas, sin mayores concreciones. Los 5,5 millones para instalar nuevos laboratorios en Cidetec, por su parte, se destinarán al Plan 300x100 para llevar la fibra a los polígonos industriales. La inversión en el Biscay Marine se derivará a Canarias, para una exención en el impuesto a los riegos eléctricos.

Cidetec. El PP se había comprometido a destinar 5,5 millones a este centro puntero y referente mundial en el almacenamiento de energía y la recarga de vehículos. El objetivo de la inversión era completar las instalaciones de este centro ubicado en Gipuzkoa con nuevos laboratorios y equipamiento avanzado colocando a la institución en primera línea mundial en testeo de sistemas de almacenamiento energético, y de sistemas de recargas de vehículos. El proyecto se financia entre el Gobierno Vasco, la Diputación y el Estado. Su actividad es intensa dentro de la Unión Europea.

Bimep. El centro Biscay Marine, Bimep, se iba a financiar con tres millones. El centro trabaja en las energías renovables de origen marino con la fuerza de las olas. Tiene instalaciones en Armintza y Mutriku.

Hobetuz. La Formación Profesional en Hobetuz iba a recibir 26,6 millones de euros. El Gobierno de Rajoy firmó un protocolo oficial con el consejero Azpiazu para asumir esta cantidad, que se remonta a un largo conflicto.

Banda ancha. El PP quiere adjudicar los millones previstos para Cidetec a un proyecto para llevar la fibra y la conexión de banda ancha a los polígonos industriales, dentro del programa 300x100. Este plan se ha dedicado hasta la fecha a prever actuaciones para salvar la brecha digital y llegar a las localidades peor conectadas.

Regadíos en Canarias. El dinero previsto para el Biscay Marine se va a destinar a cubrir el hueco que dejará una exención fiscal para el riego eléctrico en las Canarias.

Transporte rural. El PP incorpora un “nuevo concepto” para la financiación, mediante convenios con las comunidades autónomas, de programas para garantizar el transporte público en zonas despobladas, evitando brechas con la ciudad.