Pamplona - Las familias de los jóvenes de Altsasu consideran que las penas y el proceso judicial son “una venganza política”, y por su desproporción, adelantaron que recurrirán la sentencia. La madre de Adur, Isabel Pozueta, denunció que la condena “es un absoluto desprecio al principio de justicia”, ya que no es proporcional a lo ocurrido. “Esto es una venganza y tiene una intención muy clara de generar dolor”, censuró. La madre de Ainara, Edurne Goikoetxea, subrayó que lo único que quieren es una vida anónima y tranquila, lejos de estas tensiones. “Son unos chavales normales, los que prepararon esto hicieron la cruz en sus nombres y no les ha importado llevarse su vida por delante”, explicó.

Pozueta expresó a su vez su sospecha de que la fecha del fallo no es casualidad. “En estos derroteros políticos estamos viendo una vez más que están jugando con nuestros hijos y con su futuro”, sentenció respecto a una supuesta intencionalidad. A este respecto, el padre de Aratz, Gotzon Urrizola, asumió que “desde el primer momento han hecho política con algo que no lo era”, y añadió que “han aprovechado un cúmulo de situaciones en las que las cosas desproporcionadas e injustas se pueden diluir”.

La causa que llevó este caso a la Audiencia Provincial, la petición de terrorismo, no aparece en el fallo y las familias denunciaron que las acusaciones sabían que la condena no se sostenía: “Cuando nos llevaron a la Audiencia Nacional sabiendo que el caso de terrorismo se iba a quedar en humo sabían que las penas, como un tribunal excepcional que es, iban a ser duras”.

Respecto a la situación de sus hijos, tanto Urrizola como la madre de Jokin, Igone Goikoetxea, manifestaron que mantienen la cabeza fría. Esta última, que pudo hablar por la mañana con su hijo, que lleva en prisión preventiva más de un año y medio, comentó: “Lo que ha hecho es tranquilizarnos porque el terrorismo se ha caído y aún quedan recursos. Irá pasando el tiempo y esto irá cayendo”. Urrizola, por su parte, reconoció que los jóvenes esperaban una sentencia proporcional, pero pese al varapalo sufrido estaban serenos y acompañados por su familia y amigos.

Este apoyo se materializó también en el recibimiento entre aplausos y gritos de “askatu altsasukoak” de un centenar de personas a la llegada de las familias a la rueda de prensa convocada ayer en Iruñea. “Si no estuviéramos tan arropados no mantendríamos esta actitud”, reconoció Pozueta, que dedicó las primeras palabras de su intervención a agradecer todo el apoyo recibido y que aún recibirán por parte de la ciudadanía. - Leticia de las Heras