madrid - El PNV volvió a tomar ayer una decisión trascendental para la política española. Los jeltzales darán su respaldo a la moción de censura del socialista Pedro Sánchez ante la evidencia de que el presidente Mariano Rajoy ha perdido la confianza de toda la oposición y la legislatura está agotada. El PNV se exponía, además, a ser el único salvavidas de un PP tocado y prácticamente hundido. A esa consideración general se suma el rechazo generalizado de la sociedad vasca a la corrupción del PP y la ausencia total de autocrítica en el discurso que ofreció ayer el presidente español, que incluso acusó a la oposición de manipular la sentencia sobre el caso Gürtel. El PNV vio a un Rajoy desafiante. Cree que no ha asumido la gravedad de una sentencia que no tiene precedentes porque señala directamente al PP como organización.

Los jeltzales, que hace tan solo una semana habían aprobado los Presupuestos de Rajoy y salvado su legislatura, decidieron dejarlo caer con el mismo argumento que guió la aprobación de las Cuentas: evitar un adelanto electoral inmediato que solo va a beneficiar a Ciudadanos, y mantener su influencia en el Congreso de los Diputados para encauzar la agenda vasca. En ese sentido, Sánchez se refirió ayer al PNV en unos términos que no utilizó con ninguna otra fuerza política. En concreto, buscará que el grupo vasco de Aitor Esteban sea “socio preferente” para abordar cambios legislativos, y se comprometió a gobernar manteniendo los Presupuestos pactados entre los jeltzales y Rajoy, lo que supone blindar los 540 millones de euros en inversiones para la comunidad autónoma en el Tren de Alta Velocidad, I+D+i, el aeropuerto de Foronda, el puerto de Pasaia y la depuradora de Galindo. Este compromiso era clave para el PNV.

La decisión de Sánchez sobre las Cuentas supone en cierto modo tragarse un sapo, porque el PSOE votó en contra de ellas, aunque también le beneficia conservarlas porque le permitirá gobernar con mayor estabilidad. El socialista tendió la mano a los jeltzales para sentar las bases de los Presupuestos para 2019, de modo que la influencia del PNV parece garantizada. El socialista, además, recordó que el PNV y el PSE gobiernan en coalición en la comunidad autónoma e insinuó que su relación con el lehendakari va a ser fluida. La moción, asimismo, no plantea unas elecciones inmediatas, algo que solo conviene a C’s y que el PNV rechaza. Sánchez dejó ver que contempla agotar la legislatura, porque planteó derogar la Ley Mordaza y abordar medidas como la igualdad salarial, que exigen varios meses de negociación y tramitación. Si los jeltzales hubieran rechazado esta moción, se hubieran encontrado al día siguiente con una iniciativa de Unidos Podemos que, esta vez sí, apostaría por una llamada inmediata a las urnas. El voto del PDeCAT y ERC ha sido también un factor relevante en la decisión del PNV, que en los últimos meses ha hecho lo posible por una solución dialogada en Catalunya.

decisión del ebb La Ejecutiva del PNV tomó su decisión tras escuchar a Sánchez, en una reunión en Gasteiz que arrancó a las 8.30 horas para seguir la sesión y garantizar la presencia del lehendakari y Joseba Egibar. El PNV decidió celebrar la cita en la sede del Araba Buru Batzar para protegerse de la presión mediática, lo que despistó a la prensa, que montaba guardia en Sabin Etxea. Esta decisión da una medida de lo incómodo que se ha sentido con su protagonismo en España. En su comunicado, ciñó su apuesta a la “gravedad” de la sentencia del caso Gürtel y la “inadmisible ausencia de asunción de responsabilidades políticas” del PP. También aludió a la ruptura del pacto entre C’s y Rajoy, que pone fin a la “estabilidad”. En tercer lugar, citó la “amplísima mayoría de oposición” a Rajoy, por el rechazo del PSOE, Unidos Podemos, C’s y los nacionalistas catalanes. Por último, avisó de que no es su responsabilidad la gobernabilidad de España y no aceptará ser demonizado.

Esteban protagonizó una intervención rápida en el Congreso, donde trató de desprenderse de la presión y criticó que el PNV vaya a ser censurado por cualquier decisión: el voto a favor provocará que lo acusen de generar inestabilidad, y un voto en contra lo hubiera convertido en encubridor de la corrupción. Esteban dijo que el PNV ha tomado la decisión que pide la sociedad vasca, por ética y por responsabilidad. “Espero que no abuse de esta prerrogativa”, dijo a Sánchez, consciente de que su mandato es una incógnita. Le avisó de que su gobierno será débil, pero aclaró que el voto negativo a la moción no traería más estabilidad porque “las mociones de censura y el goteo de sentencias iba a ser constante”.

Sánchez pronunció un discurso dirigido a ganarse el apoyo nacionalista sin renunciar a su defensa de la unidad de España. El candidato, que en las últimas jornadas había asumido un discurso similar al de C’s, reconoció al president Torra como interlocutor, admitió que en España existen varias naciones, ofreció a los catalanes recuperar leyes sociales del Parlament vetadas por el Tribunal Constitucional, y extendió esa apuesta por el diálogo al Ejecutivo vasco.