vitoria - “He luchado toda mi vida por la libertad de mi país”. Así acredita el paso de Quim Torra (Blanes, Girona, 1962) por el entramado de asociaciones independentistas que le han colocado a las puertas de la Generalitat. Abogado y editor con más de 20 años en el sector privado, se dio a conocer como presidente interino de Òmnium Cultural cuando Muriel Casals dejó el cargo en julio de 2005 para sumarse a Junts pel Sí, y en diciembre de 2015 Torra cedió el testigo a Jordi Cuixart. Su pulso firme y fidelidad, y un trabajo incansable, cautivaron a Carles Puigdemont. Y es del agrado de la CUP por su posibilidad de escarbar en sectores de izquierdas por su condición de independiente desligado del PDeCAT. En su primer discurso en el Parlament defendió la propuesta de resolución que reconoce al expresident como legítimo, y él nuevamente como alguien circunstancial. Antes había pilotado la asociación independentista Sobirania i Justícia y entró en el consejo permanente de la ANC. Su activismo político le llevó también a liderar una demanda en 2012 contra la sentencia del Estatut en el Tribunal de Estrasburgo, que declaró inadmisible su demanda, pero el escritor insistió en que su propósito era mostrar la “politización del Constitucional”.

Apasionado de la literatura, emprendió su negocio particular en 2008, cuando creó la editorial Acontravent con el afán de recuperar clásicos del periodismo literario catalán. Solo un año después, fue galardonado con el Premio Carles Rahola de ensayo por su obra Viatge involuntari a la Catalunya impossible. En 2011 Xavier Trias le llevó al Ayuntamiento de Barcelona como director general. Nombrado director del Born Centre Cultural en 2012, Torra inspeccionó las obras para museizar el espacio y sacar a relucir las ruinas que se conservan en el suelo del antiguo mercado. Ese año se hizo con la dirección de la Revista de Catalunya, a la que se concedió una Creu de Sant Jordi en 2016. Meses después, puso el pie en la Generalitat como director del Centro de Estudios de Temas Contemporáneos.

Como portavoz de JxCat, Torra denunció el encarcelamiento de los diputados Turull, Rull, Bassa, Forcadell y Romeva. Asimismo, denunció la decisión judicial que impidió que Turrul fuera nombrado presidente. “Hoy, Turull tendría los votos para ser president, pero está en prisión”, denunció. Hoy, Torra se pone a las órdenes de Puigdemont. - I.S.M.