MADRID - A pesar de que la polémica abierta por la confección de una candidatura unitaria en torno a Íñigo Errejón para las primarias de Podemos de la Comunidad de Madrid se selló este pasado jueves con un pacto entre el precandidato a presidente de la Comunidad y el secretario general Pablo Iglesias, la paz ha durado más bien poco en la formación morada. El ideólogo y cofundador, Juan Carlos Monedero, abrió la caja de los truenos ayer al reclamar a Errejón que explique con claridad a las bases el “espectáculo poco aleccionador” ofrecido con el filtrado documento de Carolina Bescansa, que instaba a Errejón a formar una lista conjunta madrileña para 2019 y desbancar en 2020 al líder del partido.
Verso suelto del partido desde que dimitiera de sus funciones en mayo de 2015, aunque con ascendencia por su proximidad ideológica con Iglesias, a Monedero no le tembló el pulso a la hora de criticar a Errejón, a quien en ocasiones ha enviado más de un dardo dialéctico. De hecho, y en un encuentro sobre política celebrado en Salamanca, recordó al que fuera número dos de Podemos que su pugna por marcar la ruta ideológica y programática con Iglesias quedó resulta de “manera virtuosa” en la asamblea estatal de Vistalegre II.
Derrotado por el secretario general, que además vio ensanchado su poder ante el que era su número dos, fue después de ese cónclave cuando Errejón pasó a ser el elegido para que la formación morada desbancara al gobierno madrileño del PP de Cristina Cifuentes en las autonómicas del año próximo. “Desgraciadamente ha habido otra reedición de ese ruido”, resaltó el cofundador, que al igual que la plana mayor del partido, agradeció a Iglesias que solventara “también de una manera virtuosa” la enésima polémica. “El mandato de Vistalegre II era unidad”, apostilló.
Monedero ya se mostró “cansado” por las “niñerías” del ahora precandidato a desbancar a Cifuentes, que se negó a que las primarias se efectuaran en diferido -primero el cabeza de cartel y después el resto de la lista-, tal y como la dirección madrileña deseaba. Fue el germen de un terremoto que tuvo una nueva réplica con el documento de Bescansa, del que Errejón se desmarcó rápidamente. “Me he enfadado mucho con el ruido creado y considero que los inscritos necesitamos que nos explique con claridad qué ha pasado y cómo es posible que cuando en estos momentos todas las fuerzas tenían que estar concentradas en sacar a la presidenta de Madrid, Cristina Cifuentes, se haya dado este espectáculo que no ha sido muy aleccionador”, reprendió el ideólogo de Podemos a sus correligionarios, aunque tuvo una última petición hacia Errejón. Le pidió “que escuche a las bases” porque el Estado “no necesita listas Enmanuel Macron -en alusión al presidente de Francia-, ni construcciones alternativas a Podemos”.
lista confeccionada Ajenos al ruido mediático creado por Monedero, la candidatura unitaria entre errejonistas y pablistas dio ayer un nuevo paso con la confección de la lista que aspira a capitalizar la plancha de Podemos de cara a las autonómicas madrileñas de 2019. Como era previsible, el sector de Errejón se ha hecho con 14 de los 25 puestos, frente al bando encabezado por el secretario general morado de la Comunidad de Madrid, Ramón Espinar -que ejercerá de número tres-, que ha colocado a los restantes 11 representantes. En lista cremallera, como estipulan los códigos internos del partido, 13 hombres y 12 mujeres en conjunto, los anticapitalistas rehusaron tomar parte de la candidatura unitaria por estar disconformes con los tiempos, las formas y el fondo del proceso primario. - I. Fradua