madrid - Las sucesión de muestras de repulsa y de rechazo llevaron ayer al presidente ejecutivo de Ifema, Clemente González Soler, a pedir públicamente disculpas por la retirada de la obra de Santiago Sierra Presos Políticos en la España Contemporánea de la feria ARCOmadrid. Asimismo, aseguró que “en ningún caso perseguía ejercer ninguna censura a la creación” y relató que no “hubo mala fe” por su parte cuando ‘sugirió’ a la galerista Helga de Alvear retirar la obra de Santiago Sierra. “Lamentamos y pedimos sinceras disculpas ante la controversia que se ha producido consecuencia de la petición a una galería para la retirada de una obra, que en ningún caso perseguía ejercer ninguna censura a la creación, aun cuando la percepción pública haya sido ésta”, manifestó González Soler en su escrito. “No hubo mala fe en esta acción, y aceptamos las críticas recibidas, comprendiendo que debemos evitar en el futuro cualquier circunstancia de esta naturaleza”, apostilló.

La obra, que fue retirada antes de que ARCO abriera sus puertas, se componía de una serie de 24 fotografías en las que, con el rostro pixelado, aparecían, entre otros, el cesado vicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras; los Jordis, Sánchez y Cuixart; los jóvenes de Altsasu encarcelados tras su incidente con dos guardias civiles; los dos titiriteros que fueron enviados a prisión en Madrid; el actual coordinador general de EH Bildu Arnaldo Otegi; o el exdirector del clausurado diario Egin Jabier Salutregi.

Las muestras de rechazo a la decisión del presidente de Ifema continuaron ayer y buena prueba de ello es que la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, -y el Ayuntamiento es uno los entes que dirigen Ifema junto a la Comunidad y la Cámara de Comercio- no acudió a la inauguración de ARCO como gesto para expresar su “disconformidad” con la retirada de la obra porque, tal como señaló, “ la libertad de expresión es el aire que respira una democracia”. Así , Carmena no acompañó en este acto a los monarcas españoles, que acudieron a ARCO junto, entre otros, al ministro de Cultura y portavoz del Ejecutivo de Rajoy, Iñigo Méndez de Vigo, y la presidenta del Congreso. En su rápida visita, Felipe VI evitó pasar por el estand donde debía estar la serie fotográfica de Sierra.

dejan solo a González Lo cierto es que tanto si la decisión la tomó el presidente de Ifema motu propio o aconsejado por otras instancias, tras el revuelo montado, González Soler se ha quedado en las más absoluta soledad. Antes de acudir a ARCO, Méndez de Vigo garantizó en el programa Los Desayunos de TVE que “el Gobierno no ha tenido nada que ver” en la retirada del montaje de Sierra y admitió que, en este caso, “el remedio ha sido peor que la enfermedad” en alusión a la repercusión mediática. “Si los que han tomado la decisión lo han hecho para evitar la polémica creo que han conseguido el efecto contrario y que no se hable de lo importante”, afirmó.

Al igual que su compañero en el Consejo de Ministros, el responsable de Interior, Juan Ignacio Zoido, afirmó que “el arte siempre es arte y ha de ser respetado”. En una entrevista en la Cadena Ser, Zoido insistió en que “en España se respeta la libertad de expresión y la decisión ha sido adoptada por una entidad privada y en ese seno se tiene que evaluar”.

Desde Ciudadanos, tanto su líder Albert Rivera, como la dirigente catalana Inés Arrimadas mostraron su rechazo a la medida adoptada por Ifema. Así, Rivera calificó de “error” la retirada de la obra de Sierra y pidió entender este tipo de arte como “provocación”. Arrimadas fue mucho más clara: “El arte siempre es libre y nosotros no hubiéramos tomado esta decisión”.

El día después sirvió también para que la portavoz del PSOE en el Congreso, Margarita Robles, matizara su posición. El miércoles se alineó con la decisión de Ifema porque “todo lo que contribuya a tranquilizar el ambiente y la crispación es positivo”. Ayer, sin embargo, afirmó que “la libertad de expresión está siempre por encima de todo”.

museo de lleida En este contexto, el Museo de Lleida admitió ayer los contactos con Tatxo Benet, comprador de la obra de Sierra, para exponer el conjunto fotográfico, y asegura que están “estudiando el lugar más idóneo para su instalación”.

Benet, socio fundador de Mediapro junto a Jaume Roures, aseguró ayer que le gustaría que esta obra se expusiera por primera vez en el Museo de Lleida, porque es su ciudad natal y porque, añadió, “tras el expolio de las obras sacras que ha sufrido” quiere darle “una contraprestación”. Se refería de este modo a los bienes de Sijena que fueron trasladados por orden judicial del Museo de Lleida al convento oscense.