Jaen - El arreón de Ciudadanos al calor de las encuestas parece que empieza a notarse más allá de Catalunya y de los debates parlamentarios en el Congreso entre su líder, Albert Rivera, y los representantes del PP. Lejos de allí, en Andalucía, se ha producido la primera fuga de ediles del partido de Rajoy a las filas de la formación naranja. En concreto, ayer se conoció que cinco de los 26 alcaldes que este partido tiene en la provincia de Jaen que han abandonado el Partido Popular en desacuerdo con la dirección provincial concurrirán en las próximas elecciones municipales en listas de Ciudadanos.

En concreto son los alcaldes de Castellar, Porcuna, Cárcheles, Aldeaquemada y Albanchéz de Mágina los que ayer anunciaron su marcha para integrarse en las candidaturas de Ciudadanos en las elecciones municipales de mayo de 2019. Les acompañarán otros cuarenta concejales populares que también reniegan del PP.

Todos ellos han mantenido una actitud crítica con la dirección regional desde hace un año y ahora han dado el paso y renunciado a su militancia, aunque se mantienen en el cargo. De este modo seguirán en primera línea política y Ciudadanos no solo obtendrá representación, sino, previsiblemente, alcaldías. Su distanciamiento del partido comenzó en el congreso provincial del PP celebrado en mayo del año pasado. Desde entonces, los ediles díscolos han venido denunciando constantemente “el fraude y el atropello a la democracia” cometido en el cónclave.

PRESUPUESTOS Sobre el deterioro en las relaciones entre su partido y Ciudadanos, con el bloqueo de los Presupuestos en el horizonte, el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, expresó ayer su deseo de que tanto el PNV como el partido de Rivera “no se inventen cosas que nada tienen que ver con el Presupuesto o intenten crear una guerra abierta entre ellos que al final haga inviable la aprobación” de las cuentas.

En declaraciones a los periodistas en Roquetas de Mar (Almería), Hernando dijo que el PP va a seguir trabajando para que aprobar los Presupuestos del Estado, porque España “los necesita” y sería un “síntoma de buena salud democrática y de que el Parlamento cumple con sus obligaciones”. - DNA