Dice Andoni Ortuzar que “el mayor problema que tiene hoy en día la política española es de color naranja y se llama Ciudadanos”. El naranja es, en efecto, un color singular. Para empezar, es fruto de la mezcla del rojo y del amarillo. Sí, rojo y amarillo. ¿La bandera española? Pura coincidencia.
Ciudadanos nació en 2005 en Catalunya, precisamente para ser el gran bastión español frente al nacionalismo y al independentismo que comenzaba a despuntar. Su esperado salto a la política española y su actual posición, en la que juega a amenazar con darle el sorpasso al PP, da para varias tesis doctorales y muchas investigaciones político-empresariales. Afirman algunos psicólogos que las cualidades del naranja son su poder de llamar la atención y que se asocia con lo frívolo y lo presuntuoso. Es, dicen, el color que menos se toma en serio. Otra de las características del naranja es que es utilizado por algunas especies animales para advertir a los depredadores de su toxicidad o mal sabor, lo que se denomina aposematismo.
En fin, parece una magnífica elección de un color para concentrar las características del partido Ciudadanos, dispuesto a todo para hacerse con el poder. Para ello, va mucho más allá de la frivolidad y la presuntuosidad y utiliza la falsedad -adornada de ampulosa y farisea superioridad moral- en provecho de sus intereses electorales. Lo que viene siendo populismo de toda la vida, en versión “nueva política”, pero que es más vieja que las catilinarias. Al estilo de las fake news (noticias falsas), Ciudadanos es un fake party en el que, sin embargo, creen millones de personas.
Cuando hablan de Euskadi, Rivera y los suyos hablan de “privilegios” y de “chanchullos”, de “cuponazo” y de “referéndum para la independencia”. Y no se ponen ni colorados ni naranjas. Ni siquiera cuando en la comisión de investigación de la financiación de partidos en el Senado algunos exmilitantes están contando cómo se financiaba el partido. O sea, chanchulleando.
“Los de Sabino Arana y del cuponazo vasco dicen que el mayor problema de España es Ciudadanos. Para mí el problema es el supremacismo, la insolidaridad y la voluntad de ruptura de los políticos nacionalistas”, escribió ayer Rivera en Twitter. Difícil encerrar tanta falsedad en tan pocas palabras. Este es el líder que quiere gobernar en el Estado español. Se dice que el efecto de la percepción del color naranja aumenta cuando está rodeado del azul. El PP y la derecha política y económica cobijaron a Ciudadanos y ahora les amenaza. ¿Elegir entre Rajoy y Rivera? Promete ser un duelo por lo muy bajo.