Barcelona - El líder de ERC, Oriol Junqueras, que permanece en prisión preventiva desde el pasado otoño, rechazó ayer de forma explícita que Carles Puigdemont pueda ejercer la presidencia de la Generalitat desde Bélgica, donde reside por la orden de detención que pesa en su contra en España. Alegó para ello que “el Estado jamás permitirá” que dicha presidencia “sea efectiva”. Mientras JxCat y ERC siguen negociando la fórmula para desbloquear el pleno de investidura del nuevo president de la Generalitat, Junqueras propuso a su número dos, Marta Rovira, para ocupar ese puesto. “Es un gigante, una persona en la que todos confiamos”, aseguró.
El presidente de la formación republicana se expresó en estos términos en una entrevista respondida por carta a El programa de Ana Rosa de Telecinco. En sus reflexiones remitidas desde la cárcel de Estremera, argumentó que “el problema no es si se puede gobernar desde Bruselas o no”, sino si sería “una presidencia efectiva”. “Es obvio que el Estado español jamás permitiría que fuera efectiva”, insistió. A la pregunta de si se considera un candidato válido a la investidura, recordó que no ha perdido sus derechos como diputado. Añadió, eso sí, que “de entrada” no le corresponde y que la prioridad, en cualquier caso, “debe ser siempre recuperar el Govern”.
Oriol Junqueras se mostró asimismo dispuesto a renunciar a su acta de diputado en el Parlament si fuese necesario: “Siempre, sin duda que si ese paso fuera necesario sería el primero en hacerlo”, admitió. El pasado sábado, Marta Rovira propuso limitar el futuro de Puigdemont a un “reconocimiento de su figura en Bruselas”, al tiempo que se pone en marcha un “gobierno efectivo” en Catalunya.
Pese al emplazamiento directo de Junqueras para que sea la propia Rovira la que ocupe ese cargo, desde ERC rectificaron a su líder y defendieron que su candidato a la investidura sigue siendo el líder de JxCat. El portavoz del partido, Sergi Sabrià, aseguró en una rueda de prensa que “todos sabéis que solo tenemos un candidato y esta es nuestra posición actual. No valoramos otras opciones”, incluyendo una “doble presidencia”.
Alegaciones de JxCat En la misma línea, y pese a que aún no hay un acuerdo de las formaciones soberanistas después de que el pleno de investidura del pasado 30 de enero fuera aplazado, el responsable de Acción Política y Estrategia Municipal del PDeCAT, Ferran Bel, rechazó el papel de “figura simbólica” para Puigdemont y se mostró convencido de que “se puede gobernar desde la distancia”. “Un presidente que pasa por las urnas y tiene el apoyo de los votantes no puede ser una figura simbólica”, sostuvo en declaraciones a La Xarxa.
Por otro lado, JxCat presentó ayer sus alegaciones ante el Tribunal Constitucional, en las que le pide que no admita a trámite la impugnación presentada por el Gobierno español contra la investidura de Carles Puigdemont que promovió el presidente del Parlament, Roger Torrent. Alegó para ello en su escrito que una intervención del alto tribunal sería “una clara extralimitación del ejercicio de control de la constitucionalidad, puesto que implicaría tanto como entrar a fiscalizar la expresión de una voluntad política”. Agregó que se trata de una impugnación “preventiva, fundamentada en situaciones hipotéticas y basada en meras presunciones”.