Bilbao - Dentro del cúmulo de dimes y diretes que está caracterizando las negociaciones de JxCat y ERC de cara a facilitar la investidura del nuevo president de la Generalitat, ayer sonó con fuerza el nombre de la portavoz parlamentaria de la primera formación, Elsa Artadi, para sustituir a Carles Puigdemont como aspirante a regir los designios del Govern. Sin embargo, todas las partes implicadas rechazaron confirmar un acuerdo cerrado e incluso que exista un consenso en torno a Artadi, empezando por la propia interesada. “Puigdemont es nuestro candidato pero, sobre todo, es el candidato del Parlament”, dijo en los pasillos de la Cámara después de que diversas informaciones la situaran a la cabeza de una candidatura alternativa a la de Puigdemont.
De concretarse la opción de la diputada electa, la fórmula que ahora mismo tiene más visos de prosperar es que ella presidiera el Ejecutivo efectivo en Catalunya, mientras Puigdemont sería el presidente del denominado Consejo de la República desde su exilio en Bélgica. JxCat plantea además una propuesta de resolución sin efectos jurídicos para restituir simbólicamente el cargo de president de la Generalitat. También un acto de reconocimiento en ese país por parte de cargos electos independentistas para dotar de una apariencia de legitimidad a su posición, por más que sería simbólica.
Se trata del plan B a la pretensión inicialmente planteada por el partido de Puigdemont, modificar la ley de Presidencia para posibilitar una investidura a distancia, lo que contaba con el rechazo de ERC debido a que el Tribunal Constitucional cortaría de raíz esta opción. Los republicanos buscan limitar la investidura del president cesado -sobre el que pende una orden de detención en cuanto pise suelo del Estado español- al acto simbólico desde Bruselas. Aquí es donde entraría en juego el nombre de Elsa Artadi como presidenta efectiva desde Catalunya, aunque anteriormente habían sonado para ese mismo puesto el encarcelado Jordi Sànchez y Jordi Turull, que tiene numerosas cuentas pendientes con la Justicia relacionadas con el proceso soberanista.
Una de las piezas clave en este tablero de juego, el presidente del Parlament, Roger Torrent, no aclaró el futuro de la investidura en Catalunya ni si presentará a Elsa Artadi como candidata alternativa a Puigdemont, tras reunirse ayer en el centro penitenciario de Estremera con el vicepresident de la Generalitat cesado Oriol Junqueras y con el que fuera conseller de Interior, Joaquim Forn. A su salida de la prisión madrileña, Torrent se limitó a decir que defenderá los “derechos políticos como diputados” de los cuatro encarcelados -también Jordi Sànchez y Jordi Cuixart- “para que puedan ejercer libremente aquello que les ha encargado el pueblo catalán”. El portavoz de ERC, Sergi Sabrià, admitió que ve “con buenos ojos” una última propuesta para la investidura que les han hecho llegar, que rehusó concretar.
Propuesta a la CUP Respecto a la CUP, cuyo apoyo es necesario para la investidura de un president del bloque soberanista, el diputado Vidal Aragonés evitó posicionarse con claridad sobre las negociaciones en curso y únicamente reclamó que se haga llegar a los anticapitalistas una propuesta concreta sobre la formación del Govern.
Más expeditivo, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, exigió que el Parlament elija un “presidente normal que no esté incurso en procedimientos judiciales”, que pueda estar presente “en su propia investidura” y que, una vez elegido, “pueda ejercer su cargo y gobernar”. Eso sí, en su discurso en el Foro ABC recordó que Catalunya no va a estar sin gobierno y que mientras se busca un nuevo president seguirá vigente el artículo 155.