madrid - El Gobierno español ordenó ayer el cierre de la oficina de la Generalitat de Catalunya en Bruselas “hasta nueva orden” para evitar posibles aglomeraciones, según confirmaron desde el Ejecutivo del PP. Con esta decisión, el Gobierno español trató de boicotear la reunión del president del Parlament, Roger Torrent, y el candidato de Junts per Catalunya y expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont.
En virtud de la aplicación del artículo 155, las oficinas de la Generalitat en el extranjero dependen del Ejecutivo español y fue el propio ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, quien dio la orden directa de impedir la celebración de la reunión así como la rueda de prensa posterior que estaba prevista en la capital belga.
A primera horas de la mañana la oficina se encontraba abierta y hasta allí acudió el portavoz de Puigdemont, Joan María Piqué, que poco después salió de la delegación catalana en Bruselas e informó a los numerosos medios que se habían dado cita ante la sede belga de la Generalitat de que la cita se cambiaba de lugar y que estudiarían acciones legales por un veto que consideran “indigno”. Así, Torrent y Puigdemont trasladaron el escenario de su encuentro y se reunieron en la sede de Alianza Libre Europea (ALE), agrupación que reúne a los partidos nacionalistas europeos.
Tras la entrevista, tanto Roger Torrent como Carles Puigdemont criticaron la actuación del Gobierno español por su decisión de cerrar la oficina de representación de la Generalitat en Bruselas “para evitar aglomeraciones”. El presidente del Parlament aseguró que los servicios jurídicos de la Cámara catalana ya estudian qué acciones legales se pueden emprender en contra de ese hecho, una situación que Torrent calificó de “muy grave” y Puigdemont de “injustificable”.
“Delante de la voluntad de dialogar con el Gobierno de Mariano Rajoy, no solo recibimos un no por respuesta, sino que no nos permite reunirnos”, lamentó Torrent, quien dijo que con esa prohibición “se vulneran los derechos fundamentales de Puigdemont y los consejeros no solo desde la óptica del marco legal español, sino también desde el marco legal belga. - DNA