barcelona - Los seis profesores del instituto de secundaria El Palau de la localidad barcelonesa de Sant Andreu de la Barca alegaron ayer ante los fiscales que fueron los propios alumnos los que plantearon espontáneamente un debate en clase sobre las cargas policiales del 1-O, tras haber realizado un minuto de silencio en contra de la violencia.
Estos seis profesores de secundaria investigados declararon ayer ante la Fiscalía, que les abrió una investigación por un delito de incitación al odio y, puntualmente en algunos casos, también por amenazas por comentarios contra la Guardia Civil, según explicó a los medios la directora de los servicios territoriales de Enseñanza de la Generalitat del Baix Llobregat, Núria Vallduriola.
Según la responsable de Enseñanza, que se desplazó a la Ciudad de la Justicia en apoyo a los profesores, los docentes contestaron a todas las preguntas de la Fiscalía, encaminadas a saber cuál fue su actuación el pasado 2 de octubre, el día después de las cargas policiales que trataron de evitar el referéndum del 1-O.
La Fiscalía ha imputado a estos docentes del IES El Palau en el marco de una investigación abierta después de que algunos padres de alumnos denunciaran que los estudiantes, hijos de agentes de la Guardia Civil, llegaron a casa llorando por los comentarios en contra de este cuerpo policial que habían oído en clase, en el transcurso del debate sobre el 1-O.
En su exposición ante la Fiscalía, los seis profesores investigados declararon que convocaron cinco minutos de silencio en el centro educativo a favor de la “no violencia” y que fue al acabar esta protesta cuando, de forma espontánea, los alumnos plantearon un debate sobre lo ocurrido el 1-O, sin que los profesores tomaran partido.
Sin embargo, según denunciaron varios agentes de la Guardia Civil, algunos profesores supuestamente presionaron a los alumnos a salir al patio del instituto en protesta por la “violencia policial”, ante lo cual muchos de los hijos de los efectivos de este cuerpo se sintieron obligados y secundaron la condena para no quedarse en clase y ser señalados.
La directora de los Servicios Territoriales de Educación del Baix Llobregat explicó ayer que en total hay once profesores investigados -otros pasarán por la fiscalía en los próximos días- y defendió su profesionalidad y su “larga trayectoria”. De esta manera, Núria Vallduriola afirmó que no se les puede cuestionar “por la situación política actual”.
Vallduriola, que también ha ejercido como profesora, argumentó que es habitual que los alumnos propongan debatir sobre un tema, como sostiene que ocurrió el pasado 2 de octubre tras los cinco minutos de silencio que se hicieron a favor de la “no violencia” y de “la paz”.
La directora de Educación del Baix Llobregat remarca también que desde la Administración han ofrecido varias formas de resolución del conflicto, desde presentar una queja en el instituto hasta denunciar los hechos ante la inspección educativa, pero que los padres han preferido la vía judicial.
denuncian acoso Según la Asociación Española de Guardias Civiles (AUGC), los profesores pidieron a los alumnos que manifestaran, uno a uno, su opinión respecto a las cargas durante el 1-O, tras lo cual algunos de los menores “llegaron llorando a casa”. Tres días después, más de 200 alumnos se concentraron en el centro educativo para mostrar su apoyo a los compañeros que son hijos de guardias civiles y que denunciaban acoso a raíz de la situación en Catalunya. Se da el caso de que en este instituto estudian muchos de los hijos de los agentes de la Guardia Civil destinados al acuartelamiento de esta localidad, el mayor del territorio.
Por su parte, la Confederación General del Trabajo (CGT) emitió ayer un comunicado en el que advierte de que desde el 1 de octubre se está “orquestando” una campaña de “desestabilización de la escuela catalana”. El sindicato cree que tanto la inmersión lingüística como la formación del espíritu crítico, están “en el punto de mira”. - Efe