GAsteiz - El PNV sigue enfriando las expectativas del PP de conseguir sus votos para que el Gobierno español apruebe los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2018. Los jeltzales mantienen su negativa, verbalizada ayer por la presidenta del Bizkai Buru Batzar, Itxaso Atutxa, a establecer cualquier tipo de negociación mientras Moncloa no reconduzca las revueltas aguas políticas de Catalunya a un estado de “suficiente tranquilidad”. Y eso supondrá no solo deshabilitar el artículo 155, sino que el Ejecutivo de Rajoy deberá “normalizar” la situación catalana de la mano de la formación de un Govern si desea que sus cuentas estén refrendadas por los cinco apoyos jeltzales en el Congreso. Atutxa deslizó que el PNV no forzará la maquinaria pese al optimismo que irradian algunos representantes del Gobierno. Prefieren mantenerse a la expectativa.

Abierto el calendario de 2018, el PNV insiste en mantener sus tiempos propios. Enero es un mes clave, en el que se concatenarán acontecimientos e irán despejando algunas incógnitas, tales como la situación procesal de algunos encarcelados como el exvicepresident Oriol Junqueras, si finalmente el president cesado Carles Puigdemont vuelve de Bruselas o cómo se constituye del Parlament. “Tenemos que ver qué pasa en las próximas dos semanas posiblemente con la constitución del nuevo Parlament y espero que formación de un nuevo Govern y, sobre todo, la normalización de la situación política en Catalunya, que determina mucho la política en el Estado”, afirmó Atutxa en una entrevista en Radio Euskadi. La formación jeltzale también tiene bien presente que, abierto el melón del 155, la amenaza de repetir la jugada catalana en Euskadi es una posibilidad a la que ha mentado más de un partido español. “No voy a decir que hay un antes y un después pero se ha abierto una puerta muy importante y ha habido más de un ministro del Gobierno Rajoy y algunos otros líderes no solo del PP sino de fuerzas de izquierda que nos han recordado que, una vez abierta esa vía, también se podía desarrollar en otros lugares. Una clarísima amenaza”, detalló. El PNV ha tomado nota de cómo se las gastan los populares cuando una nacionalidad histórica intenta romper amarras con el Estado. “El PNV recuerda su propia historia y la que la circunda”, refrendó.

Con semejantes mimbres y pese a las enormes dudas que genera cómo maniobrará la Moncloa con la patata caliente catalana, el partido de Sabin Etxea espera que la confrontación abra paso a un clima de negociación en Catalunya, más si cabe después del plebiscito ganado por las formaciones independentistas del 21-D y de que el president cesado Puigdemont ha reclamado negociar para dar carpetazo al 155. Atutxa aludió a la necesidad de establecer “una nueva era de entendimiento o, al menos, de diálogo”, lo que inevitablemente precisa de “voluntad por las dos partes”. Tanto es así que la burukide, tal y como han venido haciendo otros altos cargos del PNV, conminó a Rajoy a tender puentes dejando de lado las posiciones maximalistas “para dar algún paso más allá de aplicación estricta de la ley”. Que se produzca “otra actitud”, aseveró. Ese giro radical en el abordaje del procés soberanista podría ser la llave que abra la puerta de la aprobación a los Presupuestos.

Enero también será clave para el PP, que ha abierto las rondas de contacto para aprobar unos Presupuestos Generales del Estado actualmente prorrogados. Ciudadanos, con su presidente Albert Rivera, fue el primero en despachar con el presidente Rajoy la pasada semana. Fuentes de la cúpula del PP aseguraron ayer que los restantes formaciones que dieron luz verde a las Cuentas del pasado año -PNV, Coalición Canaria y Nueva Canarias- harán los propio en las semanas venideras. Tendrán prioridad en las negociaciones, toda vez que la imposibilidad de compartir proyecto presupuestario inhabilita como hipotéticos socios a PSOE, a Unidos Podemos y a los partidos independentistas catalanes. El coordinador general del PP, Fernando Martínez-Maillo, avanzó que las próximas semanas se antojan vitales, aunque los populares tienen en el calendario a un aliado. Ejemplo de ello es lo acontecido el pasado año. No fue hasta finales de marzo y comienzos de abril cuando PNV y PP arrancaron las conversaciones para iniciar latramitación parlamentaria del Proyecto de Ley de los PGE.

“Con el PNV creo que llegaremos a acuerdos, igual que con los socios canarios”, indicó, aunque también reconoció que el abordaje de la situación de Catalunya podría ejercer de palanca que desactive el actual parón. Maillo confía en que un Govern que “respete las leyes, como hace el PNV en Euskadi”, permitirá que “se pueda abrir un periodo de negociación”. Asimismo, se abonó a la tesis del PP de ver la botella medio lleno en cuanto a que el PNV otorgue luz verde con sus votos -que son indispensables- a los Presupuestos Generales del Estado. Si anteayer el ministro de Economía Luis de Guindos atisbaba “mimbres” para lograr alcanzar pactos, el tercero de a bordo de Génova compartió sensaciones al calificarse a los populares de “moderadamente optimistas”. “Hay opciones de sacarlo”, insistió acerca de la voluntad jeltzale.

condicionantes Dejando de lado las contrapartidas por el apoyo a las cuentas del pasado año, el PNV sigue delimitando el terreno de juego para abordar las negociaciones. Lo que Sabin Etxea denomina la agenda vasca se mantiene como condicionante número uno. Sobre la mesa se encuentran todavía las transferencias de la gestión del régimen económico de la Seguridad Social y las prisiones, pendientes de traspaso tras ser amarradas en 2017, que en todo caso serán tratadas entre los gobiernos vasco y español, y no entre ambos partidos. La materialización de las inversiones previstas en aquel acuerdo también tendrán su peso para inclinar o no la balanza. “El hecho de que el PNV entre a hablar de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) no depende de si a un ministro le parece bien o mal, sino de que el interés de Euskadi esté bien representando”, advirtió Atutxa. Las conversaciones para aprobar los PGE, no obstante, podrían verse embarrados por el debate del nuevo sistema de financiación autonómica que ansían Rivera y los suyos ansían, aunque la CAV y Nafarroa, que han llegado a acuerdos bilaterales, quedan exentas.

A la situación de las transferencias se refirió el otro representante popular, aunque en este caso vasco. El delegado del Gobierno en la CAV, Javier de Andrés, reconoció que el retraso en los traspasos está motivado por el “problema” de Catalunya, si bien una vez resuelto es un asunto que se “podrá encauzar. La vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría ha dejado aparcado el acuerdo para encabezar la respuesta de Madrid al procés. Bien lo saben en un Gobierno Vasco que cumplió con sus deberes al enviar a Rajoy el informe sobre las transferencias pendientes que fue aprobado en el Parlamento, aunque por ahora no han obtenido respuesta. Está siendo analizado “minuciosamente”, resaltó un De Andrés que puso en duda que se pueda romper la caja única de la Seguridad Social, al cuantificar en 3.000 millones la deuda anual de esta prestación en suelo vasco. Moncloa tiende su mano a negociar, pero en ningún caso si se superan “los límites” establecidos por el Tribunal Constitucional, apostilló.