barcelona - Las trabas del magistrado del Supremo Pablo Llarena para impedir que Jordi Sànchez entrara en la campaña electoral se vinieron ayer abajo cuando el expresidente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y número dos por Barcelona de Junts per Catalunya fue uno de los principales oradores en el acto celebrado por los seguidores de Carles Puigdemont en el Palau d’Esports de la Vall d’Hebron de la capital catalana. El magistrado del alto tribunal rechazó el pasado jueves conceder a Sànchez los permisos de salida de prisión que éste había solicitado para participar en la campaña electoral. Tampoco le permitía poder realizar entrevistas que no se inserten en el régimen ordinario de la prisión, ni acceder a Internet con un horario que exceda el fijado por la cárcel de Soto del Real. Según el juez del Supremo, la salida del centro penitenciario para hacer campaña o su participación en los medios de comunicación “posibilitarían las situaciones de riesgo que la prisión ha tratado de conjurar”. Llarena considera que si acepta las reclamaciones de Sànchez se “facultarían el impulso de movilizaciones inmediatas”.

Ayer, sin embargo, Sànchez se dirigió a través del teléfono móvil a las 3.000 personas que llenaban el recinto, a quienes pidió el voto para la candidatura de Carles Puigdemont para derrotar lo que representa el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, y sus “tontos útiles”, en referencia al cabeza de lista del PPC, Xavier Garcia Albiol; la de Ciudadanos, Inés Arrimadas; y el del PSC, Miquel Iceta.

Sànchez, que aseguró que le gustaría estar en el acto pero que el muro de la prisión se lo impide, apeló a la necesidad de ganar en las urnas para seguir avanzando y revertir las decisiones de Rajoy, a quien apuntó como “el único adversario político de verdad” que hay que derrotar. “Quien tiene que sacar sus sucias manos del Govern es Rajoy. El resto [Albiol, Iceta y Arrimadas] son los tontos útiles del 155”, señaló.

Sànchez también afirmó que si ganan el 21 de diciembre buscarán acuerdos para el beneficio de todos los catalanes y seguirán trabajando pacífica y democráticamente para que Catalunya sea “un país independiente”. Así, animó a todos a convencer a los familiares y amigos para que voten a Puigdemont: “Si alguien tiene alguna duda, que piense en Bruselas o en la prisión. El voto de JuntsxCat es el voto de nuestra dignidad como país”, señaló el expresidente de la ANC quien aseguró para cerrar su intervención que “la única victoria que Rajoy no podrá esconder es la victoria de Puigdemont”.

En el acto, en el que estuvo presentes Artur Mas junto a la totalidad de la dirección del PDeCAT, también se escuchó la voz del cesado conseller de Interior, Joaquim Forn, encarcelado en Estremera. En este caso fue a través de su mujer, que leyó una carta de Forn, en la que éste aseguraba que está bien pero que tiene ganas de salir, y que está sereno por haber cumplido su compromiso. “Estoy más convencido que nunca que nuestra fuerza para ganar la democracia son la paz y el diálogo”, destacaba en la misiva.

Visita de eurodiputados En este contexto, un grupo de siete eurodiputados visitará el próximo martes en las prisiones de Estremera y Soto del Real a Oriol Junqueras, Joaquim Forn, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart. La delegación estará compuesta por José Bové (Verdes), Mark Demesmaeker (ECR), Jordi Solé (Verdes), Josep-Maria Terricabras (Verdes), Ramón Tremosa (ALDE), Marie-Pierre Vieu (GUE/NGL) y Tatjana Zdanoka (Verdes). Estos eurodiputados habían solicitado la visita “en repetidas ocasiones”, aunque “la administración penitenciaria había puesto muchos obstáculos burocráticos para bloquearla”.