madrid - La campaña electoral catalana fue el marco ayer de un nuevo sobresalto con la agria polémica que mantuvieron en Twitter la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y Arturo Pérez-Reverte. El motivo fue la entrevista que La Sexta Noche ofreció el pasado sábado con el novelista, en cuyo transcurso éste afirmó que al diputado de ERC en el Congreso Gabriel Rufián “le pegaban en el colegio o temía que le pegaran, y de ahí salen sus conductas posteriores”.

Colau respondió en la red social que “discrepo en muchas cosas con @gabrielrufian pero en esto tiene todo mi apoyo: Pérez-Reverte debería pedir disculpas a víctimas de bullying”, un mensaje que recibió miles de interacciones. La reacción fue furibunda: “Váyase a hacer demagogia barata a otra parte, señora. A usted nadie le ha dado pandereta en esta fiesta. A mí no me utilice para sus basuritas político-folklóricas”, aseveró.

El rifirrafe prosiguió, y a la afirmación de la edil de que no entendía “su agresividad”, Pérez-Reverte replicó que “una mujer inculta como usted debería reservar sus demagogias cutres para Sálvame y para su turbio negocio político. Ahí le rentan más”. El propio Rufián intercedió con el tuit “se trata de acabar con el bullying, no de ir buscando nuevas víctimas. Cálmate un poco, machote”, lo que provocó una última respuesta en la que el escritor mandó a “hacer puñetas” a quienes quieren “sacar punta al acoso escolar”. - DNA