Gasteiz - Continuidad o reinvención. Es la incógnita que Podemos Euskadi despejará durante las votaciones al Consejo Ciudadano, la Secretaría General y el Consejo de Garantías en suelo vasco. Tras una campaña más sosegada que las dos precedentes, el periodo para que la militancia emita sus votos se abrió ayer y no se zanjará hasta el 15 de diciembre, cuando se sepa quién es el nuevo líder de la formación morada. Dos son las corrientes candidatas para hacerse con el bastón de mando: a un lado está el sector continuista encabezado por Lander Martínez; y al otro, el bando crítico liderado por María Valiente. Dicho de otro modo, la pugna interna se dirimirá entre el errejonismo, que podría perder uno de sus últimos reductos en el organigrama autonómico de Podemos; y el pablismo, que ansía refundar la formación morada en la CAV.
La juntera guipuzcoana Valiente y Martínez, que ha ejercido de secretario de Organización en la ejecutiva saliente y es portavoz en el Parlamento Vasco, personifican las dos candidaturas de mayor peso. Comparten puntos de su argumentario político pero, a su vez, difieren en el esquema organizativo y la estrategia que Podemos debería adoptar para la etapa post-Nagua Alba. Continuar o no con el legado de la dirección saliente -más identificada con los postulados de Iñigo Errejón- está en el centro del debate. Mientras desde la plancha continuista se apela a que el partido siga en crecimiento sin tirar por la borda la experiencia acumulada los dos últimos años, en los que la formación ha sido capaz de vencer en dos elecciones generales en la CAV pero cayó al tercer escalón del podio en las autonómicas del pasado año, los críticos aspiran a una refundación para tomar nuevo impulso. Estos últimos ven las primarias como “una oportunidad de oro para reinventarse”.
La adaptación a los postulados de Vistalegre 2 ha sobrevolado insistentemente una campaña que, por otro lado, se ha realizado entre constantes llamamientos a empastar a los sectores que cohabitan en Podemos en favor de la unidad en la dirección que surgirá de la Asamblea Ciudadana. El cónclave estatal del pasado febrero, en el que el secretario general de Podemos Pablo Iglesias venció con holgura a su número dos, Iñigo Errejón, ha dejado un poso algo amargo en Euskadi. Los críticos consideran que la dirección saliente de Alba -que ha apoyado públicamente la candidatura de Martínez- no ha hecho suyos los postulados que arrojó. “Estábamos deseando que llegasen y no han llegado”, advirtió Valiente en una entrevista en este periódico. Los continuistas, sin embargo, niegan que Podemos Euskadi haya funcionado estos últimos tiempos sin adoptar esas premisas.
coincidencias En lo que sí coinciden los tres sectores principales en Podemos Euskadi es en la vital importancia de adoptar una hoja de ruta de cara a las elecciones municipales y forales de 2019, pero más especialmente para las autonómicas del año siguiente. En la primera cita con las urnas está en juego que el partido de los círculos gane músculo en el terreno municipal. Asimismo, todas las partes apuntan que esos comicios serán un ensayo propicio para un 2020 en el que el objetivo será acabar con la hegemonía institucional del PNV formando alianzas. Martínez, de hecho, apuntó a que el partido sea el motor para liderar “la alternativa progresista” a los jeltzales. Por su parte, Valiente aboga por la “confrontación directa contra la normalización de la precariedad a la que conduce el bloque vasco PNV-PSE”. Y por último, Anticapitalistas, con la juntera vizcaina Neskutz Rodríguez como candidata, apuesta por “mayorías sociales rupturistas”.
Otra de las coincidencias es la necesidad de dotar de mayor protagonismo a las bases, atomizadas en torno a los círculos. Lo cierto es que el partido ha ido ganando en presencia en los municipios este último año -con la apertura de sedes, por ejemplo-, si bien las tres candidaturas principales inciden en la necesidad de mejorar el organigrama dotando a las bases de más recursos, o creando nuevas áreas sectoriales y coordinadoras comarcales. Profundizar en la relación con la sociedad civil es otro objetivo compartido. Seis son los aspirantes a encabezar el partido morado en su nueva etapa. Además de Martínez (Guztiok BAT) y Valiente (Denontzat-Para Todas), que son los principales candidatos, a la pugna por la Secretaría General se han sumado la candidatura anticapitalista liderada por Neskutz Rodríguez (Zurekin Martxan), la del dirigente alavés Rafael Garde Vicinay (Sí Se Puede Euskadi Baita Ere) y dos independientes: la juntera vizcaina Asun Merinero y Manuel García Alfaro.
En lo que respecta al Consejo Ciudadano, que tiene un máximo de 34 representantes, las opciones son aún mayores. Aniztasuna es la denominación de una plancha que solo concurre al máximo órgano de dirección, si bien a este organismo clave en Podemos en la CAV se suman otros contendientes independientes entre los que destaca el que fuera número dos del partido en los tiempos de Roberto Uriarte, Luis Alejos. La duda está en conocer qué representatividad tendrán los anticapitalistas de Zurekin Martxan, ya que puede erigirse en fuerza que modifique los equilibrios internos.
Un buen resultado podría hacer que los anticapitalistas, liderados por la juntera vizcaina Neskutz Rodríguez, inclinen la balanza en el Consejo.
Cofundador de Podemos Araba, Rafael Garde Vicinay encabeza una plancha que aspira a que alguno de sus representantes entre en la dirección.
Merinero presenta su propio proyecto, en el que llama a hacer de Podemos un partido que “conecte con la Euskadi real”.
El último contendiente es Manuel García Alfaro, un integrante de Podemos de Bilbao “desde el principio” que apenas tiene posibilidades.