Barcelona - Carles Puigdemont maneja dos direcciones donde descargar sus críticas en sus discursos de precampaña: Rajoy y la Unión Europea. Tal es así que el president cesado la adjetiva como un “club de países decadentes, obsolescentes, en el que mandan unos pocos, además muy ligados a intereses económicos cada vez más discutibles” y “donde hay varias varas de medir”. Su censura llega al extremo de plantear que los catalanes “deberían decidir si quieren pertenecer a esta UE” y “en qué condiciones”. “Vamos a ver qué dice el pueblo de Catalunya”, enfatiza para lanzar su idea de celebrar un referéndum al respecto.
Puigdemont se manifiesta partidario de la UE, y del euro, y afirma que trabajará “para cambiarla” en una entrevista realizada para el programa de investigación Zman Emet, del canal público israelí Canal 1 Kan, que elaboró un reportaje sobre el procés. Paralelamente, en suelo catalán, la republicana Marta Rovira recogió el guante de su líder encarcelado, Oriol Junqueras, al aceptar la oferta de alcanzar la presidencia de la Generalitat si se diera el caso.
En la citada entrevista Puigdemont narra que “a lo mejor no hay mucha gente que quiera formar parte” de esta UE, “la del señor Juncker y Tajani”, y que es “tan insensible al atropello de los derechos humanos, de los derechos democráticos de una parte del territorio solo porque una derecha postfranquista tenga interés en que sea así”. “No podemos dar por hecho que la población esto lo va a aceptar sin ningún tipo de crítica”, argumenta el depuesto president, a quien el entrevistador le pregunta directamente si no descarta un Catexit, emulando al Brexit. La respuesta es clara: “Los que no lo descartan son los españoles y los europeos, porque no paran de decir que vamos a quedar fuera de la UE, pero quien debe tomar esa decisión son los ciudadanos de Catalunya, como deberían tomarla libremente los otros ciudadanos de Europa. ¿Quieren ustedes pertenecer o no a esta Unión Europea? ¿Y en qué condiciones? Vamos a ver qué dice el pueblo de Catalunya”.
amenazas a su familia En la entrevista Puigdemont confiesa que teme por su seguridad y certifica que el Gobierno belga ha dispuesto medidas en su entorno. Lo achaca a que “se ha atizado un odio, una especie de furia, contra todos nosotros y lo que representamos” y denuncia que su familia ha recibido amenazas de muerte. “¿Quién me garantiza a mí un trato justo en un contexto en el que hay vídeos de dirigentes políticos reclamando mi encarcelamiento y participando en manifestaciones con grupos neonazis que piden mi fusilamiento?”, concluye. Puigdemont da validez a las palabras de Rovira sobre la posibilidad de que el Estado hubiera reaccionado con “muertos” de haber seguido adelante con la DUI. “Nos consta la voluntad del Estado de usar la violencia para evitar la independencia”, insistió, dado su conocimiento de que hubo “planes para ocupar con la fuerza policial las instituciones catalanas”. Relata que las cargas en el colegio al que van sus hijas, “porque es el colegio de mis hijas y tenían que ensañarse ahí, fueron brutales”.
Por su parte, la secretaria general de ERC, Marta Rovira, confiesa al diario Ara que está capacitada para asumir “las responsabilidades que hagan falta” y que si tiene que ser la presidenta de la Generalitat lo será, trabajando para liberar a los presos soberanistas y para que el president cesado y los consellers cesados que están en Bruselas puedan volver a Catalunya. Sin marcarse plazos ni declaraciones simbólicas.