Bilbao - Condenado hace dos años a 25 años de cárcel por su participación en el último asesinato de ETA, el del policía francés Jean-Serge Nérin, el miembro de la banda Arkaitz Agirregabiria podría enfrentarse ahora a una pena de cadena perpetua por esos mismos hechos, ocurridos en 2010. La razón es que, tras decidir apelar esa primera sentencia, en el nuevo juicio que se inició ayer en el Tribunal de lo Criminal de París se examinarán acusaciones que no se tuvieron en cuenta en el anterior proceso.

Así lo explicó el presidente del tribunal, Stéphane Duchemin. Recordó que Agirregabiria fue condenado en diciembre de 2015 por tentativa de asesinato de uno de los policías que formaban parte de la patrulla en la que también estaba el brigadier jefe Nérin, y por haber dado la consigna al comando de utilizar las armas contra los agentes que les sorprendieron. Pero se le absolvió de los cargos de tentativas de asesinato de otros tres policías, que se van a volver a examinar en el actual proceso, que se prevé se prolongará durante cuatro semanas.

Por este motivo, Duchemin advirtió de que Agirregabiria (34 años) podría acabar condenado hasta a cadena perpetua, en el caso de que se consideren demostradas esas inculpaciones. Junto a este etarra se sientan en el banquillo otros tres que igualmente recurrieron sus penas en primera instancia: Josu Urbieta Alkorta (a 16 años), Xabier Goienetxea Iragorri (a 14 años) e Izaskun Lesaka Argüelles (a 14 años). No están, porque renunciaron a un proceso en apelación, el exdirigente de la banda Mikel Carrera Sarobe, Ata, sentenciado a cadena perpetua por haber disparado a Nérin, y Joseba Fernández Aspurz, que recibió una pena de 16 años.

Durante la sesión de ayer, el presidente reprochó a los cuatro etarras la “contradicción” de que, tras recurrir sus sentencias, se negaran a referirse a los hechos cuando les dio la palabra, y se limitaran a leer una declaración de carácter político. En esa declaración, leída por Agirregabiria, dijeron que asumían “enteramente” su pertenencia a ETA y también “todo el recorrido” de la banda desde su nacimiento en los años 50 hasta ahora. Aunque señalaron que van a “participar con normalidad” en el proceso, negaron legitimidad al tribunal, al decir que el único que puede juzgarlos es “el pueblo vasco” y que “la justicia francesa nos condena con procedimientos de excepción”. Anunciaron su intención de exponer las propuestas de ETA para “una resolución justa del conflicto” en Euskadi, a lo que Duchemin les replicó que los miembros del tribunal no van a “arreglar la situación política en el País Vasco. No nos corresponde a nosotros”.

Los hechos se remontan al 13 de marzo de 2010 cuando un comando de ETA robó cinco coches en un concesionario en la localidad de Villiers sur Bière, al sur de París. Poco después, en las proximidades del lugar, parte del comando fue sorprendido casualmente por una patrulla policial y se desató un tiroteo en el que fue asesinado Nérin.