MADRID - El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) confirmó ayer que mantuvo contactos con el imán de Ripoll (Girona), Abdelbaki Es Satty, líder de la célula yihadista que atentó en La Rambla de Barcelona y Cambrils en agosto pasado, cuando estaba en prisión en Castellón por un delito de tráfico de drogas, aunque ya desde entonces se le vinculara con el yihadismo. Fuentes oficiales de los servicios de inteligencia aseguraron que mantuvieron comunicación con Es Satty “siguiendo los protocolos habituales”.
La noticia, hecha pública ayer por El País, causó estupor en medios policiales, especialmente a tenor de la lluvia de críticas que recibieron los Mossos d’Esquadra por su gestión de unos atentados en los que murieron 16 personas y hubo 150 heridos, además de los ocho terroristas que conformaban la célula que atentó en suelo catalán. El propio Es Satty falleció en la explosión de la casa de Alcanar en la noche del miércoles, 16 de agosto, apenas horas antes de que los yihadistas atentaran en La Rambla y en el paseo marítimo de Cambrils, hace ahora tres meses. Pese a estar en conocimiento de su situación en la prisión hasta que fue puesto en libertad en 2012 -permaneció dos años encarcelado por tráfico de hachís-, el CNI prefirió escudarse en la normativa para no ofrecer más detalles, como por ejemplo qué relación mantuvo y si se convirtió o no en confidente de los servicios secretos o tan solo mantuvieron contactos esporádicos. Habría estado en comunicación con el que fuera imán de Ripoll “como hacen todas las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado”.
De lo poco que se conoce sobre la trayectoria de Es Satty es que el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 de Castellón revocó su orden de extradición por su “evidente arraigo laboral y esfuerzos para integrarse en España”. Posteriormente se trasladó a Bélgica, más concretamente para convertirse en el imán de a localidad de Vilvoorde, cerana a Bruselas. Fue entonces cuando las autoridades de ese país preguntaron a los cuerpos policiales españoles si tenía vínculos con el terrorismo islamista. La respuesta fue negativa, aunque la policía catalana sí que reconoció el contacto con sus colegas belgas.
Quien tampoco quiso pronunciarse sobre los contactos entre Es Satty y el CNI fue el portavoz del Gobierno español, Iñigo Méndez de Vigo. Preguntado por esta cuestión en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de ayer, optó por pasar de puntillas por el asunto al afirmar que se trata de un asunto que está bajo investigación judicial y bajo secreto de sumario.
“ni querella ni prisión” El expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont, sí que se refirió a los contactos de Es Satty con el CNI. “Hoy -por ayer- ha salido esta información que confirma nuestras sospechas. Es un hecho extremadamente grave, que en el Estado español seguro que no comporta ninguna dimisión, ni querella ni prisión”, indicó en su cuenta de Twitter. Puigdemont alabó la labor de los cuerpos de seguridad, médicos y voluntarios que se implicaron en los atentados y criticó que aquellos que lo dirigieron “de forma impecable estén en prisión y archivando papeles por no pasar por el tubo del bloque del 155”. - Efe