gasteiz - El Govern catalán se ha volcado desde su constitución en la internacionalización del procés hacia la independencia que llevaba en su programa electoral. A la nutrida agenda de viajes del president Puigdemont se suma el trabajo de Raül Romeva, consejero de Asuntos Exteriores, Relaciones Institucionales y Transparencia de la Generalitat de Catalunya, un cargo creado específicamente para recabar apoyos en el exterior. Además, desde hace años la Generalitat ha extendido una red de delegaciones en diferentes países.
Ese frente, el externo, es el que va a atacar el Gobierno español una vez decidido a aprobar la aplicación del artículo 155 de la Constitución dentro de Catalunya. Ayer la vicepresidenta del Gobierno, ministra de la Presidencia y para las Administraciones Territoriales, Soraya Sáenz de Santamaría, afirmó, en ese sentido, que ahora lo “prioritario” es devolver a la legalidad al “entramado” en el exterior de la Generalitat, que ha estado actuando “como si fuera un Estado”.
La vicepresidenta, encargada de gestionar de primera mano la crisis catalana, afirmó en una entrevista en Telecinco, recogida por Europa Press, que tiene previsto intervenir las oficinas en el exterior de la Generalitat tanto en Estados Unidos como en Europa, pues, señaló, han difundido información sobre el proceso independentista.
Así pues, el Gobierno español actuará “sin ningún género de duda” contra estas delegaciones porque, según ha dicho, “lo que han pretendido construir con todo este entramado es una estructura de Estado que no cabe” en el marco constitucional español.
“Una cosa son las competencias de promoción que tienen las comunidades autónomas y otra cosa es construir toda una administración en el exterior como si fueran un Estado. Como no lo es, eso tiene que recuperarse para la legalidad e indudablemente es un ámbito en el que vamos a actuar con carácter prioritario”, advirtió.
En la actualidad, la Generalitat catalana cuenta con diez delegaciones en el extranjero, ubicadas en Berlín (Alemania), Viena (Austria), Bruselas (UE), Londres (Reino Unido e Irlanda), París (Francia y Suiza), Washington y Nueva York (Estados Unidos, Canadá y México), Roma (Italia), Alguer (Cerdeña), y Lisboa (Portugal); ésta última de la capital lusa abierta hace ahora un año.
La aplicación del 155 a estas delegaciones supone la continuación de una ofensiva contra la expansión de la Generalitat en el exterior que se produjo prácticamente desde que el Govern de Carles Puigdemont tomó posesión y creó la consejería de Asuntos Exteriores. Ya hace casi dos años que la propia Soraya Sánez de Santamaría anunciaba que estaría “muy vigilante” con respecto a un organismo del gobierno catalán que para el PP rebasaba las competencias de las comunidades autónomas en materia de representación en el extranjero.
hacienda y finanzas Al margen de la aplicación del 155 contra estas delegaciones, el Gobierno central se prepara para intervenir en materia de Hacienda y finanzas porque se está produciendo un “deterioro muy grave de la situación económica”, según Sáenz de Santamaría.
Berlín. La oficina abarca el ámbito territorial alemán.
Viena. La delegación vienesa cubre Austria.
Bruselas. En la capital belga se representan los intereses de Catalunya ante la UE.
Londres. En la capital inglesa se trabajan los asuntos relacionados con el Reino Unido e Irlanda.
París. La delegación de París cubre el ámbito geográfico de Francia y Suiza.
Washington y Nueva York. En las dos ciudades se gestiona la relación de Catalunya con Estados Unidos, Canadá y México.
Roma y Alguer. Cubre Italia y Cerdeña, respectivamente.
Lisboa. Fue la última delegación, abierta hace un año.