Existen algunas fechas marcadas a fuego en el calendario de la historia de Catalunya. Y aquellas en las que logró disponer de diferentes grados de autonomía con respecto a España son las que más nítidamente se mantienen impresas en el ideario del soberanismo. Desde la alta Edad Media hasta la actualidad, los historiadores apuntan a la existencia de épocas en las que los catalanes mantuvieron una independencia no quizás devenida de una legislación concreta, pero sí de facto. Son los precedentes de una soberanía que Catalunya podría abrazar si el procés llega a la estación de término que los soberanistas pretenden.
La primera parada de la historia de la Catalunya sin amarras es en la alta Edad Media, con la existencia de los condados catalanes que fueron incorporados al condado de Barcelona. No fue hasta el siglo XII cuando el citado condado se une al de Aragón, si bien los catalanes mantienen un protagonismo en un reino que funciona de forma autónoma durante largos siglos. Según el historiador Lluis Sales, investigador de la Universidad de Girona y colaborador del Museo de Historia de Barcelona, esos cinco siglos se pueden resumir en dos épocas: la primera, hasta 1412, cuando una unión dinástica une ambos territorios al reino de Castilla, “compartiendo gobernantes con esa corona”; y una segunda en la que “cada región se rige de forma autónoma”. Empero, en 1641 arranca un periodo bélico, el conocido como revuelta del Segadors -del que toma su letra el actual himno-, modificó el orden establecido. El ansia centralizadora de los reyes castellanos estuvo detrás de un conflicto que hizo que Catalunya viviera su primera proclamación de república independiente, a cargo del político y eclesiástico Pau Claris, que presidía la Generalitat. Fue el 17 de enero de 1641 y tuvo seis días de existencia. No obstante, “los autores del Renacimiento catalán hicieron pervivir estos hechos en la memoria popular y hoy en día, Claris tiene una de las calles más importantes del Eixample barcelonés”, cita Sales.
Otro periodo en el que los catalanes tuvieron cierta independencia fue cuando el Principado fue anexionado a Francia en 1652, aunque no duraría mucho. La Paz de lo Pirineos sellada en 1659 entre las monarquías española y gala restituyó la situación de dominación de la monarquía hispánica, lo que tampoco contribuyó a la paz y, de hecho, las rencillas resurgen desde inicios del siglo XVIII.
Pero si existe una fecha marcada a fuego entre los soberanistas catalanes es el 11 de septiembre de 1714. En esta fecha puso fin al sitio de Barcelona, en una de las batallas finales de la Guerra de Sucesión de la que salieron vencedores los Borbones, llegados de Francia impregnados de ideas absolutistas. Esa fecha marca la actual Diada nacional de Catalunya. “Catalunya tenía la complicidad de las grandes potencias europeas, pero se quedó sola”, destaca Sales. Por último, la época napoleónica también hizo que Catalunya tuviera cierta soberanía, ya que “fe anexionada a Francia y pasó a ser una provincia”.
macià y su república El siguiente intento de romper lazos con España sucedió el 14 de abril de 1931, mismo día de la proclamación de la II República española. Y tiene un protagonista claro: Francesc Macià, líder de una ERC que había ganado las elecciones municipales escasos días antes. Proclamó la República Federada Catalana dentro de la República española, tratando de responder a los anhelos del pueblo catalán. Duró tres días, ya que la negociación abierta alumbró un año después el primer Estatuto de Autonomía catalán, denominado el Estatuto de Nuria y que fue cepillado en algunos de sus preceptos por el gobierno español, que le dotaba de gobierno y parlamento propios.