zaragoza - La manifestación ultraderechista del domingo en Zaragoza, que impidió la salida durante horas de los representantes que acudieron a la asamblea pro referéndum, ha puesto en el candelero la inseguridad que podría darse en el Estado español al estar un gran número de efectivos policiales concentrados en Catalunya para impedir el 1-O. Así lo manifestaron ayer dirigentes de Podemos, formación impulsora del acto, que acusó al Gobierno de Rajoy de “desproteger” el Estado, en un momento en que la alerta terrorista está al nivel 4. Por ello, el grupo parlamentario de Unidos Podemos ha registrado una petición para que el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, dé explicaciones en el Congreso sobre “la falta de dotaciones policiales”.

En palabras del secretario de Organización de la formación morada, Pablo Echenique, el Ejecutivo español no fue capaz de garantizar la protección de los asistentes a la asamblea, debido al despliegue de miles de agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil en Catalunya para frenar la consulta del próximo domingo. “Estamos en un nivel de alerta terrorista 4 y entendemos que no se puede dejar desprotegido al conjunto del Estado por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, por enviar miles de efectivos a Catalunya, no sabemos todavía con qué fin”, explicó.

Según el dirigente de Podemos, esa es la explicación que les dio el delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde, cuando contactaron con él para reclamarle más protección al no poder abandonar el recinto donde se celebraba el acto. El grupo de manifestantes de la extrema derecha que se concentraba a las puertas del edificio llegó incluso a agredir a la presidenta del Parlamento aragonés, Violeta Barba, que recibió el impacto de una botella de plástico. “El delegado nos dijo que no podía garantizar la protección de las personas que se encontraban dentro del recinto, y nos explicó que es porque hay destinados miles de policías y guardias civiles en estos momentos en Catalunya, supongo que persiguiendo papeletas”, lamentó Echenique.

Así, el secretario de Organización acusó al Ministerio del Interior de “una mala práctica imposible de tolerar” y opinó que puede haberse producido una “incompetencia enorme” por los responsables de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Por ello, reclamó directamente la dimisión del delegado del Gobierno en Aragón y solicitó la comparecencia urgente en el Congreso de Juan Ignacio Zoido. Pablo Echenique también confirmó que el líder de su partido, Pablo Iglesias, llamó a Mariano Rajoy para informarle de la situación y reclamar que se garantizara la seguridad de los asistentes. Según Echenique, el líder del PP no estaba informado de lo que estaba ocurriendo. “Estamos hablando de una descoordinación que no se debería dar en momentos tan complicados como los que estamos viviendo”, insistió.

Otro representante político que cargó contra la actuación de Interior fue el líder de Catalunya en Comú, Xavier Domènech, que criticó que el Gobierno español está “más preocupado por reprimir la libertad de expresión en Catalunya que por salvaguardar la seguridad de los políticos”. Lamentó que el Estado esté más “preocupado” por “perseguir papeletas y urnas” que por proteger el derecho de expresión y reunión.

Por su parte, Violeta Barba, la presidenta del Parlamento aragonés a la que los ultraderechistas lanzaron una botella, afirmó ayer que, “si hubiera habido más efectivos” policiales desplegados, su agresor podría haber sido identificado. Barba reveló asimismo que ha interpuesto una denuncia por la agresión. La presidenta de las Cortes de Aragón lamentó que existan personas que “siguen intentando imponer sus ideas con insultos y mediante la violencia, una situación que hay que denunciar”.