bilbao - “La izquierda abertzale ha sido un medio fundamental en la gran conspiración para la liberación de nuestro pueblo, y lo seguirá siendo. Esta estrategia no se puede encauzar sin un Sortu y una izquierda abertzale fuertes”. Así concluye el documento de 16 páginas sobre la estrategia independentista de Sortu para los próximos años, en el que no se hace ninguna mención ni al final de ETA y casi ninguna a EH Bildu, la coalición que integra junto con EA, Alternatiba y, hasta que se autodisuelva en diciembre, Aralar.

El documento da por amortizado el debate sobre el papel de Sortu en la coalición abertzale y deja patente que asume su condición hegemónica en EH Bildu, por su peso político y la aportación de militancia. La izquierda abertzale tiene claramente interiorizado su papel tractor en la consagración de una estrategia independentista y de izquierdas, ahora ya sin la muleta de la violencia de ETA, y ante la nueva realidad política y los nuevos partidos de izquierdas quiere reforzarse, dejando atrás “los tiempos de las dinámicas internas”.

Contrasta esta apelación a la necesidad de reforzarse con las posiciones de sus socios en EH Bildu. Aralar, su dirección política, acaba de anunciar que presentará una propuesta de autodisolución del partido en el congreso del 2 de diciembre. Quince años después de su fundación, tras escindirse de la izquierda abertzale oficial sobre todo por su rechazo a la violencia de ETA, la formación liderada por Patxi Zabaleta volcará en EH Bildu su bagaje político, orgánico y de militancia.

Poco después del anuncio de Aralar de echar la persiana, Eusko Alkartasuna rechazó seguir el mismo camino. El partido de Pello Urizar ya discutió antes del verano cómo quiere estar en la coalición. Los críticos a la dirección perdieron la batalla interna en su intento por dar un mayor perfil al partido en EH Bildu, frente a la dilución progresiva planteada por los vencedores. Todo lo contrario de lo que pretende Sortu. - H.U.