Bilbao - El nivel de conocimiento de los universitarios vascos sobre el terrorismo y las vulneraciones de derechos humanos en Euskadi es, de forma mayoritaria, bastante ajustado a la realidad. Sin embargo, el grado de desconocimiento respecto a hechos concretos de gran relevancia es muy significativo, lo que incluye episodios de la guerra sucia como el secuestro, tortura y asesinato de Lasa y Zabala a manos de los GAL, el atentado más sanguinario de ETA, perpetrado en Hipercor en 1987, y el asesinato del concejal del PP Miguel Ángel Blanco, del que se acaban de cumplir 20 años.

Así se desprende del estudio del Gobierno vasco y la Universidad de Deusto Conocimiento y discursos de la población universitaria sobre terrorismo y vulneraciones de derechos humanos en Euskadi, realizado por el Instituto de Derechos Humanos Pedro Arrupe por encargo de la Secretaría General para la Paz y Convivencia que dirige Jonan Fernández. Según el mismo, un 53% de encuestados conoce el trágico destino de Miguel Ángel Blanco, que tuvo un gran eco mediático el pasado julio por los 20 años de su secuestro y asesinato a manos de ETA. Sin embargo, un 40%, cerca de la mitad, respondieron “no sabe, no contesta”, lo que demuestra su desconocimiento al respecto. La respuesta negativa fue de un 7%.

El estudio está basado en 1.000 cuestionarios realizados a alumnos de entre 18 y 19 años, la mayoría mujeres, de primer curso de los grados de Ciencias Sociales y de la Educación de la UPV/EHU, Deusto y Mondragon Unibertsitatea. El mismo hace especial hincapié en el grado de conocimiento de las vulneraciones de derechos humanos entre 1960 y 2010, por lo que se pregunta por cuatro hechos concretos. Según el informe, “dominan las respuestas correctas, aunque también se evidencia un nivel de desconocimiento o duda significativos”, tal y como se desprende de los resultados sobre el concejal del PP de Ermua.

En el estudio también se pregunta por el atentado de Hipercor, perpetrado el 19 de junio de 1987 en Barcelona con el resultado de 21 personas asesinadas, y del que este año se ha cumplido su 30 aniversario. Exactamente la mitad de los encuestados “no parece contar con información suficiente para definir qué fue”, frente a un 44% que sí lo describe como “un atentado de ETA con muchas víctimas mortales”. El propio estudio especifica que la opción no sabe, no contesta, en este caso elegida por el 50%, no obedece a una falta de colaboración en las respuestas, sino que “evidencia que el encuestado no tiene conocimiento o considera que no el suficiente” sobre el objeto de las preguntas.

Cuestionados sobre el caso Lasa y Zabala, los universitarios aciertan en un 54% y optan por no contestar en un 32%. El hecho de que un 13% responda que se trata del caso de “dos personas que fueron secuestradas y asesinadas por ETA” atestigua, según el propio informe, “un alto nivel de confusión al respecto”. Por último, acerca de la propia existencia de los GAL, el 55% del alumnado lo define como “grupo parapolicial que atentaba contra ETA y la izquierda abertzale”. Sin embargo, de nuevo “el nivel de desconocimiento es significativo”, ya que un 38% no responde e incluso un 3% lo sitúa como una rama dentro de ETA.

Durante la presentación ayer en Donostia del estudio, sus responsables explicaron que se trata de una “primera fotografía” de lo que piensan los jóvenes universitarios sobre el terrorismo para “diseñar acciones concretas” dirigidas a este colectivo en el ámbito de la paz y la convivencia. La conclusión es que existe “un amplio margen para la mejora en el conocimiento de las graves vulneraciones del pasado reciente”, por lo que se insta a continuar con las iniciativas que ya se están desarrollando en el ámbito educativo.

Gracias al estudio, los investigadores también han evidenciado que “el discurso de defensa y respeto de los derechos humanos ha calado y está muy presente” en la población joven universitaria, que se posiciona “a favor de la dignidad humana”. El informe arroja que un 91% muestra un “nítido rechazo” al uso de la violencia con un fin político. Ante las políticas de atención a víctimas y de memoria, 8 de cada 10 las apoyan, y una mayoría del alumnado, casi 6 de cada 10, muestra una disposición favorable a participar en actividades para la defensa de la paz y la convivencia en Euskadi.