barcelona - Lejos de apaciguarse la árida polémica sobre la cooperación entre fuerzas policiales, la cuestión sigue estando en el candelero sin aparentes visos de diluirse, al menos a corto plazo. El delegado del Gobierno español en Catalunya, Enric Millo, contribuyó ayer a extender el debate al acusar a la Generalitat de haber rechazado el modelo de participación en Europol propuesto para los Mossos d’Esquadra. Se trataría de la misma fórmula que Lakua y Madrid acordaron para la Ertzaintza en la primera Junta de Seguridad celebrada tras cinco años de continuas desavenencias entre ambos gobiernos.
En aquel encuentro, Beltrán de Heredia y Zoido acordaron el acceso de la Policía vasca a las bases de datos del máximo órgano europeo en materia de seguridad, en concreto al sistema de alerta temprana y a la información policial continental. Ese logro, demandado por el gabinete de Urkullu durante años, sentó como un jarro de agua fría en la Generalitat, que no consiguió llevar a Zoido a Barcelona hasta principios de agosto. En la Junta de Seguridad catalana, en cambio, no se concretó la implicación de los Mossos en la Europol y tan solo se cerró su integración en foros antiterroristas a nivel estatal.
Millo destacó en declaraciones a Catalunya Ràdio que la oferta al Govern fue la misma que en su día se le hizo a Lakua. “La Generalitat no lo aceptó. Dijo que no le gustaba, que quería otro”, indicó. Asimismo, el delegado del Gobierno español quiso salir al paso de las declaraciones del mayor de los Mossos. Josep Lluís Trapero, quien dijo que la Policía catalana “no sale bien librada” del reparto de informaciones proveniente de organismos de seguridad europeos. “Es mejor que los mandos policiales se concentren en cuestiones policiales y dejen en manos de los políticos afirmaciones que tienen un componente político”, le recomendó. - X. G.