barcelona - Los atentados padecidos por Barcelona y Cambrils anteayer pueden generar cierta psicosis entre aquellos que desearían visitar Catalunya, aunque lo cierto es que la Generalitat aseguró ayer que los ataques terroristas no han provocado “ni anulaciones ni cambio de planes” por parte de los turistas.

A través de Twitter, el conseller de Empresa y Conocimiento del Govern, Santi Vila, afirmó que las autoridades catalanas se habían puesto en contacto con agencias y operadores internacionales y que estos les habían confirmado que no se prevén cancelaciones. “¡Los demócratas no nos dejamos ganar por el miedo!”, exclamó Vila. Los últimos datos apuntan que la actividad turística genera alrededor del 15% del PIB de Barcelona y casi un 9% del empleo, albergando a 9 millones de turistas. El efecto que los atentados puedan generar en tan importante sector ha causado cierto revuelo, pero las estampas vividas ayer en la capital catalana indican todo lo contrario. Poco a poco se va recobrando el pulso habitual y los visitantes no han dejado de pasear por los puntos de atracción turística.

De hecho, La Rambla recuperó la normalidad ayer y emplazamientos turísticos barceloneses de vital importancia, como el zoo, el parque de atracciones del Tibidabo o el Parque Güell volvieron a abrir sus puertas con total normalidad. En otro de los grandes puntos de interés turístico de la ciudad, la Sagrada Familia, se vieron largas colas de visitantes. Menor afluencia se registró, en cambio, en otros dos edificios simbólicos de Gaudí, la Pedrera y la Casa Batlló. En lo que respecta al aeropuerto de Barcelona-El Prat, muchos fueron los recién llegados que aseguraron que no modificarán su agenda. “No haremos ningún cambio en nuestros planes ni nada que pueda significar dar la razón a esa gente loca”, señaló Michael, un estadounidense residente en Portugal. “Nos quedaremos aquí cuatro días y haremos los tours que teníamos contratados. Nada cambiará por lo que ha sucedido”, subrayó Millenko, de Australia. - Efe