La conocida fórmula de responder al tribunal “no lo sé, no me consta, no lo recuerdo, lo desconozco”, que acuñó la infanta Cristina durante el juicio por el caso Nóos y de la que también hizo gala el exministro del Interior Jaime Mayor Oreja hace un mes en la Audiencia Nacional, volverá a escucharse pasado mañana en la misma Audiencia Nacional con motivo de la declaración de Mariano Rajoy como testigo por la trama Gürtel, la primera de un presidente del Gobierno español. Y es que la intervención que está preparando con sus colaboradores y con el abogado del PP se basará en que tiene “poco o nada” que aportar en la primera época del caso Gürtel (1999-2005) que se juzga, según fuentes próximas al presidente citadas por Europa Press.
Tanto desde Moncloa como desde el partido de Génova recuerdan que Rajoy ha sido citado para hablar de las campañas electorales en los municipios de Pozuelo y Majadahonda, en las que “no tenía ningún tipo de responsabilidad”. Mariano Rajoy testificará en relación a la contratación de servicios de organización de eventos y adjudicaciones públicas a las empresas del presunto cabecilla de Gürtel, Francisco Correa, por parte del PP. Y lo hará además no en su condición de jefe del Ejecutivo español, sino por haber sido vicesecretario general del PP entre 1990 y 2003 y “responsable de asuntos electorales”.
Rajoy está citado a las diez de la mañana y acudirá a la Audiencia Nacional a petición de la Asociación de Abogados Demócratas por Europa (Adade) y, según afirman los jueces en su escrito, en un acto que “se enmarca en la normalidad democrática”. Ese mismo día ha sido llamado a declarar el presidente del Senado, Pío García-Escudero, en este caso a petición del exalcalde de Majadahonda Guillermo Ortega. El tribunal destacaba además “la importancia de la declaración” de Rajoy en el juicio en cuanto a los conocimientos que pueda tener y datos que pueda aportar sobre la relación del PP con Gürtel. De hecho, la principal razón para llamarle a declarar, indicaron los magistrados, fue la falta de colaboración por parte de la representación del PP en el juicio, en el que se negó a declarar en su condición de responsable civil.
Después de tres intentos infructuosos, el pasado 30 de mayo el tribunal acordó, con dos votos a favor y uno en contra, que declare y que lo haga personalmente en la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares (Madrid) donde se celebra el juicio. La decisión fue respaldada por dos de los tres magistrados y contó así con un voto discrepante, el de Ángel Hurtado, precisamente el presidente del tribunal. Éste consideró que no debía acudir a declarar pero que, de accederse, su condición institucional “no debió ser obviada, sino que era razón suficiente como para recurrir al mecanismo de la videoconferencia”.
Contabilidad B Mariano Rajoy solicitó que su declaración fuese por videoconferencia por motivos de seguridad y ser el medio “menos perturbador” en el ejercicio de sus funciones. Sin embargo, la mayoría del tribunal de la Sección Segunda de la Sala de lo Penal respondió que esta sede judicial tiene “mayores garantías que las que pueden ofrecer otras sedes empresariales o institucionales” donde el presidente acude habitualmente a actos. No obstante, y con el fin de preservar su imagen institucional, los jueces han permitido que testifique desde el estrado y no frente a ellos y delante del banquillo de los 37 acusados, tal y como han hecho el resto de testigos.
En su declaración del pasado 20 de junio, cuatro ministros de la época de José María Aznar -Javier Arenas, Rodrigo Rato, Ángel Acebes y Jaime Mayor Oreja- negaron haber recibido los sobresueldos que aparecen reflejados en los papeles de Bárcenas y haber mediado para beneficiar a empresas relacionadas con la trama. Y es que aunque el juicio se centra sobre la actividad de Gürtel de 1999 a 2005 y no sobre la contabilidad B del PP, que se lleva en otra causa, la fiscal y las acusaciones están preguntando por esos documentos y es probable que a Rajoy también le interroguen acerca de esa contabilidad paralela del partido.