BILBAO - El remozado PP de Bizkaia se ha puesto manos a la obra para dejar atrás la división que ha venido exhibiendo durante los últimos meses. La recién elegida presidenta, Raquel González, reunió ayer por primera vez al que será su núcleo duro en la dirección regional del partido. La concejal de Getxo quiere implantar un lavado de imagen que ayude los populares a “recuperar el espacio perdido en la sociedad y en las instituciones” y que cierre la crisis interna. Con ese objetivo, ha movido banquillo para conformar un equipo con nuevas caras, pero también con viejos conocidos de la política vasca como el eurodiputado Carlos Iturgaiz.

González tiene por delante la dura labor de coser un partido fragmentado. El proceso para la sucesión de Anton Damborenea ha dejado a la luz la división de la militancia en dos mitades prácticamente idénticas. La recogida de avales para el congreso evidenció que la carrera estaría muy ajustada y se decidiría en los últimos metros. La fotofinish dio la victoria por la mínima a la concejal de Getxo, que lideró la corriente crítica frente a Nerea Llanos.

El primer paso en esa ardua tarea se ha intentado cumplir con el diseño del nuevo organigrama. González ha incorporado a su núcleo duro a dos defensores de la candidatura de Llanos, aunque no ocuparán los principales cargos. La vicesecretaría de Política Local y Foral quedará en manos de Ángel Rodrigo, una responsabilidad que se reduce a asistir a los concejales que trabajan en solitario. Por su parte, el juntero Jesús Isasi se encargará de Infraestructuras y Deportes.

Durante su primera semana al frente de los populares vizcaínos, la nueva presidenta ha mantenido diferentes reuniones para que se produzca un traspaso de poderes ordenado. Así, se ha sentado a la mesa con el propio Damborenea, cuya trayectoria alabó ayer. En sus declaraciones en campaña dejó claro que pretende corregir el rumbo emprendido por su predecesor, quien se ha mantenido en el cargo desde que Antonio Basagoiti diera el salto a la presidencia del PP de la CAV en 2008. En todo caso, no quiere forzar una ruptura demasiado abrupta, por lo que ha decidido integrar a 17 de los miembros de la anterior ejecutiva. En esa dirección ampliada también estará presente su contrincante en el congreso. Nerea Llanos, como miembro nato por su condición de parlamentaria.

Asimismo, la concejal getxotarra se ha reunido con los portavoces municipales y el de las Juntas Generales para fijar las líneas a seguir en el camino hacia los comicios de 2019. El puesto de Javier Ruiz al frente del grupo foral no corre peligro pese a haber sido uno de los principales impulsores de la fallida plancha de Llanos.