Gasteiz - Todos los grupos del Parlamento Vasco, salvo el PP, se mostraron ayer partidarios de que la presa de ETA Sara Majarenas y su hija Izar, de tres años de edad, sean trasladadas a Donostia para favorecer la recuperación de la menor, que el pasado enero fue acuchillada por su padre. El PP no concretó si apoya o no la medida, pero señaló que la relación entre madre e hija debe ser “compatible” con el cumplimiento de las “deudas” de Sara con la Justicia.
Los grupos parlamentarios vascos se posicionaron de esta forma tras la comparecencia de una delegación de la plataforma Izarrekin Sara Etxera ante la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento Vasco, en la que solicitaron el apoyo de los grupos para que Sara e Izar, que actualmente residen en un centro de acogida de Madrid, sean trasladadas a Donostia. Los representantes de la plataforma denunciaron el “incumplimiento” del auto judicial que, tras la agresión a Izar, ordenó la excarcelación de Sara Majarenas para que madre e hija vivieran en un piso de acogida en Madrid. Pese a que el juez determinó que Sara e Izar deben recibir el mismo tratamiento que el resto de personas que residen en la vivienda de acogida, esto no se está produciendo, y la reclusa y su hija solo pueden salir del piso entre las cinco y media y las ocho y media de la tarde, y a Sara no se le conceden permisos de fin de semana.
denuncia de covite Por otro lado, el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) denunció ayer a la familia de los miembros de ETA Ibon y Eneko Gogeaskoetxea -según fuentes de la lucha antiterrorista, exjefes del aparato militar y logístico de la banda, respectivamente- después de que celebrasen el entierro del padre de estos, Gotzon Gogeaskoetxea, portando una bandera de ETA y entre vítores a la organización terrorista. La asociación hizo extensible su denuncia a todos los que participaron en el funeral.
En un comunicado, Covite explica que los hechos tuvieron lugar el pasado lunes en Busturia. “Allí, decenas de personas, entre ellas niños, condujeron un ataúd envuelto en una bandera que lució el logotipo de ETA y la inscripción bietan jarrai”, detalla el colectivo, que apunta que también “se celebraron diversos actos de homenaje y exaltación de la organización terrorista”. A juicio de Covite, “portar una bandera de ETA en un lugar público manifiesta una clara voluntad de ensalzar a la organización terrorista”. - E. Press