bilbao - La nueva presidenta del PP de Bizkaia, Raquel González, es una desconocida para el público, salvo en su municipio de Getxo, donde lleva una década como concejala dedicada a las cuestiones sociales. De 40 años y madre de dos hijos, es hija de un capitán de la Guardia Civil y hasta que se emancipó pasó su vida en las casas cuartel de La Salve, en Bilbao, y de Algorta, en Getxo.

Sus colaboradores destacan que “lleva muy bien” el haber vivido amenazada por ETA toda su vida, aunque no hable mucho de ello, y recuerdan que en sus primeros años como concejala todavía vivía en la casa cuartel de Algorta y salía de allí con escolta por ser edil del PP.

Se afilió al partido en 2002 y cinco años más tarde pasó a ser concejala en Getxo, donde se ha centrado en cuestiones sociales. Hasta ahora ése ha sido su único cargo público, aunque encabezó la lista del PP al Senado por Bizkaia en 2015.

Sin embargo, dentro del partido ha tenido una carrera mayor, ya que además de ser la secretaria general de la agrupación de Getxo, que preside Marisa Arrúe, también ha formado parte de la Junta directiva del PP de Bizkaia y en el último congreso regional Alfonso Alonso la incorporó a la dirección como secretaria de Derechos y Libertades.

Sociable y muy trabajadora, “cuando pilla un tema municipal no lo suelta hasta conseguirlo”, dicen en su grupo, Raquel González trata siempre de llegar a acuerdos y evitar conflictos, algo que no se ha producido en este congreso provincial del PP aunque sí ha frenado muchas críticas desde su candidatura al sector “oficial”.

La nueva presidenta del PP vizcaíno es diplomada en Secretariado de Dirección por la Universidad de Deusto y ha trabajado en los hoteles Ercilla y López de Haro, El Corte Inglés y el hospital Aita Meni. Sus allegados aseguran que es “muy de familia y muy madraza” de sus dos hijos, aunque también saca tiempo al mediodía para ir al gimnasio a hacer bicicleta estática. - Efe