DONOSTIA - El presidente del PP de la CAV, Alfonso Alonso, sigue apostando por “extender la colaboración” con el PNV al próximo año, sobre todo en materia presupuestaria. Tanto populares como jeltzales han sido claves para la aprobación de las cuentas en Gasteiz y Madrid, y si bien Alonso mantuvo su apuesta en firma por seguir colaborando, exigió algunos “cambios”. Entre esas modificaciones estarían el descenso de la presión fiscal y la reforma inmediata de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI).
Alonso volvió a situar a su partido como “la oferta útil” que dota de “estabilidad” y “certidumbre” a Euskadi, y está “en el centro de todos los acuerdos”, durante su discurso de clausura del congreso del PP de Gipuzkoa celebrado en el palacio Kursaal de Donostia. El líder de los populares vascos consideró que, con el acuerdo alcanzado con el ejecutivo autonómico de PNV y PSE, su partido “ha evitado la prórroga y dotado de presupuestos a Euskadi en 2017” y “ha sentado las bases para el futuro”, para “darle continuidad en 2018”. No obstante, lanzó un aviso a los jeltzales -y en parte también a los socialistas- invitándoles a no caer en el extremismo. El partido de Sabin Etxea debe “sentir la moderación por parte de otros” -en referencia al PSE- y por parte del PP “debemos también contener esa tentación de volver al monte, de volver a las andadas, de dividir y romper”.
Tras valorar también el pacto sobre el Cupo y los presupuestos para este año del Gobierno español, y situarlo en ese contexto de “colaboración” con los jeltzales, Alonso calificó de “muy importante” poder “extender esta capacidad de diálogo un año más”. Sin embargo, y aunque no sean de calado, será necesarios diversos cambios en materia fiscal y en servicios sociales. Los populares vascos se implicarán “en la estabilidad del futuro”, recalcó, pero reivindicó “un marco fiscal más atractivo” que favorezca la actividad económica de familias y empresas. De hecho, apostó por “usar el Concierto Económico para poder competir desde la fiscalidad” y se mostró partidario de mejorar la recaudación “consiguiendo que haya más gente pagando” en vez de subiendo la presión impositiva.
El segundo de los cambios se refiere a la RGI, cuyo debate ha alcanzado el clímax esta semana en el Parlamento vasco. Y es que Alonso abogó por “garantizar los actuales servicios sociales” de Euskadi gestionando “con particular eficiencia” este ámbito. A su juicio, el Gobierno de Urkullu habría reconocido la existencia de “una bolsa de fraude” en esta prestación, lo que motivaría tener que mejorar los controles en el acceso a esta prestación. Pero Lakua “es lento” -indicó-, pues “reconoce ahora que hay situaciones de fraude, mala gestión y necesidad de poner nuevos controles, es decir, que “quiere hacer por fin lo que el PP pide hace mucho”. “Nosotros llevamos mucho tiempo diciendo que había fraude en la RGI, se cargaron al alcalde de Vitoria -por Javier Maroto- por decirlo y ahora se reconoce que hay fraude, mala gestión y necesidad de nuevos controles”, ejemplarizó.
otros cambios Alonso censuró que el Ejecutivo vasco compartido por PNV y PSE se muestre dispuesto a modificar la normativa “pero para 2019”, cuando debe hacerlo “ya”. El líder del PP de la CAV, por último, también se refirió a la necesidad de introducir mejoras en las políticas de empleo, la educación y la formación profesional son otras de las áreas que ha mencionado y que requieren cambios. “Por tanto, si queremos seguir extendiendo la colaboración y tenemos la idea compartida de que algunos cambios es saludable hacerlos, pues que esa colaboración se sustente sobre el inicio de esos cambios”, concluyó.
Alonso también tuvo palabras para EH Bildu y Elkarrekin Podemos, las dos fuerzas de la oposición en el Parlamento vasco. Sobre los primeros denunció el nacionalismo radical que practican, aunque no presenten alternativa social o económica alguna que no pase por “hacernos a todos seres dependientes y transformarnos en súbditos”. Sobre la formación morada, que esta legislatura ha entrado con más parlamentarios que su partido, aseguró que son una “formación populista que está muy verde” y que no aporta “nada más” que no sea buscar enemigos a través de Twitter. - Efe