Bogotá - El lehendakari, Iñigo Urkullu, pidió ayer a ETA que realice un ejercicio de autocrítica y reconozca el daño injusto causado durante varias décadas de violencia. El mensaje no es del todo nuevo, pero el llamamiento se ve reforzado por el marco en el que se produjo, el viaje oficial a Colombia, un país que avanza hacia la pacificación y que está teniendo uno de sus pilares más fuertes en los actos de conciliación entre víctimas y guerrilleros.
Durante la rueda de prensa de valoración del viaje, que calificó de “muy positiva”, el jefe del Ejecutivo vasco recordó que en Euskadi, aunque otras cuestiones avanzan, hay un "enrocamiento" por parte de ETA y de la izquierda abertzale en cuanto a la terminología a utilizar de cara a pedir perdón a las víctimas. Es un paso que el lehendakari considera "necesario", sobre todo en lo relativo a la organización ahora desarmada, y que en Colombia ya se está dando.
"“Mirando también a expresiones que ha habido en el pasado en el caso irlandés, pero sobre todo mirando aquí, ahora que se pretende hacer una comparación con el proceso de paz en Colombia, que nada tiene que ver, ni en sus causas ni en su gestión, en Euskadi también necesitamos un ejercicio autocrítico”", subrayó.
Urkullu puso el ejemplo del reciente acto de arrepentimiento realizado por Jorge Torres Victoria, Pablo Catacumbo. El exlider guerrillero se reunió a mediados de abril con los familiares de los diputados del Valle, un grupo de 12 políticos secuestrados durante cinco años por las FARC y que finalmente murieron en 2007 a manos de sus captores.
Catacumbo y otros guerrilleros se reunieron con su familiares y reconocieron su culpa. "”En nombre de las FARC expresamos nuestro más sincero y público reconocimiento de responsabilidad y pedir perdón a las víctimas y a sus familiares”", afirmó en su declaración de perdón. El lehendakari apeló ayer al espíritu que guió ese encuentro en el que los allegados de los diputados asesinados se sintieron reconfortados tras 15 años de sufrimiento.
“"En el atasco en el que podemos estar en conceptos, en palabras, esa mera expresión, después de haber hecho la guerrilla un ejercicio de relación con las propias víctimas, y de que públicamente, Pablo Catacumbo haya acuñado el término de reconocimiento de responsabilidad, me parece importante como aprendizaje en lo que es un ejercicio de autocrítica”", señaló Urkullu.
Preguntado sobre si ETA tiene que dar un paso del mismo calibre en Euskadi, el lehendakari consideró "necesario hacer un reconocimiento de responsabilidad que tenga una interpretación del reconocimiento del “daño injusto causado”".
En el acto de petición de perdón al que hizo referencia Urkullu estuvo presente el Alto Comisionado para la Paz del Gobierno colombiano, Sergio Jaramillo, una de las personalidades con las que se ha reunido durante esta semana el lehendakari durante su estancia en Bogotá. Euskadi ha propuesto a Colombia la firma de un acuerdo marco para cooperar en el ámbito de la pacificación, que se centraría en impulsar la convivencia en el posconflicto.
En cada ocasión en la que se ha referido al conflicto colombiano durante su viaje, Urkullu ha matizado que las raíces de la violencia son diferentes en Euskadi y Colombia. Ayer lo volvió a hacer, pero puso el foco sobre la que es la gran asignatura pendiente de ETA y la izquierda abertzale, admitir el daño generado por la lucha armada.
Tras el acto de desarme en Baiona de hace dos meses, el siguiente gesto que se espera de ETA es su disolución. Un paso que desde algunos sectores ya anuncian que podría darse incluso a finales de este año y que todo apunta a que, en cualquier caso, debería producirse antes de las elecciones municipales y forales de 2019 para que EH Bildu tuviera el terreno despejado. Otra cuestión que sigue en el tintero es la de presos de la banda y el debate que se abrió a finales del año pasado sobre la aceptación la legalidad vigente y de las decisiones individuales a su situación. En unas semanas, el colectivo de presos EPPK dará a conocer el resultado del debate pero ya se puede avanzar que se ha impuesto la tesis oficial de acatar el marco legal en vigor vetado durante años por la propia ETA y la izquierda abertzale.
De una u otra forma esos frentes avanzan, pero, como recordó ayer Urkullu, no ocurre lo mismo con el tema del reconocimiento del daño, que sigue "estancado". En el caso de Colombia, que se ha atascado en la cuestión del desarme, se han producido varios actos como el de Catacumbo. Alguno de ellos incluso públicos y con presencia de medios de comunicación internacionales.
EL PARQUE GERNIKA El lehendakari visitó el jueves la Euskal Etxea del distrito de Palermo, situada en el Parque Gernika de Bogotá y parte de su red de 16 parques para la paz. Sus promotores tuvieron claro desde el principio que el parque que históricamente había llevado el nombre de la simbólica localidad debía acoger la Euskal Etxea y compraron en 2001 una casa con aportaciones de sus socios y una ayuda del Gobierno Vasco.
Después trabajaron para que el Ayuntamiento de Bogotá devolviera al parque su nombre original. Una vez conseguido el cambio de nombre colocaron una reproducción del Guernica de Pablo Picasso. Ante ese mural, encargado a la ceramista vasca Violeta Betolaza, el lehendakari recordó que recientemente se ha cumplido el 80 aniversario del bombardeo de Gernika y animó a los socios de la Euskal Etxea a seguir trabajando para mantener vivas sus raíces vascas. En La otra cara de la reproducción del cuadro se han colocado cuatro imágenes de víctimas del conflicto colombiano. Son testimonios gráficos de un conflicto que en estos momentos avanza hacia una solución tras el acuerdo de paz entre el gobierno y la guerrilla.