Llegó el día. El PSOE elige hoy a su nuevo secretario general entre tres opciones, Pedro Sánchez, Susana Díaz y Patxi López, con diferentes maneras de afrontar el reto ante la crisis que asola a la socialdemocracia europea.

Catalunya y el encaje territorial en el Estado español es una de las principales diferencias entre los tres candidatos, diferencias que han quedado patentes a lo largo de esta campaña de las primarias y en especial en el debate que mantuvieron los tres candidatos el pasado lunes.

De entrada, todos apelan a la Declaración de Granada aprobada por el PSOE en 2013. En este texto se señala que el PSOE “va a defender un Estado de las Autonomías del siglo XXI, con una estructura territorial de carácter federal con respeto a las identidades diferenciadas dentro de España, compatible con un compromiso colectivo con el proyecto común”.

Susana Díaz se aferra a esta declaración y acusa a Sánchez de “dar muchos bandazos”, lo que, según ella, implica que bajo su dirección los ciudadanos no sabían lo que el PSOE defendía en lo referente al sistema territorial. La baronesa andaluza acusa, además, al exlíder del PSOE de “entrar y salir de la Declaración de Granada”. Díaz defiende un Estado federal, “un modelo de país que reconozca su pluralidad, sus singularidades y sus identidades nacionales”. Sin embargo, de la misma manera, ha dejado claro que “la única bandera que entiendo, con la que me emociono, es la de la igualdad, y las personas están por encima de los territorios”.

Pedro Sánchez defiende por su parte que “hay un único Estado, el Estado español”, pero a su entender es necesario “reforzar y reconocer una mayor pluralidad”. Así, Pedro Sánchez asegura que su sistema territorial pasa por lo que denomina “España, nación de naciones”, algo que, su juicio, defendieron en su día los expresidentes Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, alineados con Susana Díaz. En las últimas fechas ha acuñado un nuevo término, “naciones culturales”, para calificar tanto a Catalunya como a Euskadi.

Patxi López asegura, por su parte, que un país “antes que una nomenclatura, es un pacto entre ciudadanos libres e iguales”. El exlehendakari deja clara su adhesión a la Declaración de Granada y considera que entrar en el debate territorial “solo interesa a los nacionalistas”. De hecho, por encima de los debates territoriales, López aboga por ceder soberanismo a favor de Europa.

“La primera medida que tomaré si salgo elegido será que el PSOE pida la dimisión de Rajoy”. Así de clara es la postura de Pedro Sánchez con respecto al PP. Y es que el ex secretario general ha basado buena parte de su campaña, no ya en estas primarias, sino desde el Comité Federal de octubre del pasado año, en mantener su posición contraria al PP y a la decisión de la Gestora socialista, que personifica en Susana Díaz, de permitir la investidura del líder del PP con la abstención de los socialistas. “Podrás convenir conmigo en que la abstención al PP fue el peor de los errores que hemos cometido. Al PSOE no hay que rescatarle de los militantes. Hay que rescatarle del PP”, le recriminó Sánchez a Susana Díaz en el debate celebrado el pasado lunes. Sánchez reconoce que el “no es no”, el mantra que le ha acompañado en los últimos meses, no es un proyecto político, pero “sí es fundamental como referencia para la izquierda”

Así, Sánchez acusa a Díaz de ser la candidata que prefiere el PP para liderar el PSOE, mientras que la baronesa andaluza considera que las derrotas de Sánchez en las diferentes contiendas electorales le convierten en el candidato más apetecible para Génova. “Que le conviene más al PP, el que ha tenido las dos derrotas mayores de la historia del PSOE [en alusión a Sánchez] o la candidata que le ha ganado por más de diez puntos [refiriéndose a sí misma y a las últimas elecciones andaluzas]”, le preguntó a Sánchez el pasado lunes.

Patxi López, que ahora reconoce que fue “un error” abstenerse en la investidura de Rajoy, aboga por un PSOE que sea PSOE, “que no vote siempre en contra del PP, y siempre a favor de Podemos”.

¿Y qué es lo que piensa el PP? Salvado el escollo de los Presupuestos, en Génova hay una clara división entre los que consideran que es mejor para sus intereses que gane Susana Díaz y los que creen que es mejor un triunfo de Pedro Sánchez. Los avalistas de la andaluza consideran que un triunfo de Sánchez podría abrir la puerta a cerrar acuerdos del PSOE con Podemos y pondría en más aprietos la actuación un Gobierno que no tiene mayoría en el Congreso. Por el contrario, y en un discurso parecido al de Susana Díaz, otros dirigentes populares no ven a Sánchez como un candidato capaz de ganar a Mariano Rajoy.

¿Y qué opina el propio líder de los populares? Cuando el pasado lunes Sánchez aseguró que su primera medida si es elegido secretario general sería pedir la dimisión de Rajoy, la respuesta de éste fue: “Voy a respetar el proceso interno y no voy a hacer ningún comentario sobre esta declaración, y fíjese que los podría hacer”. Además, el presidente español recordó que el PP tiene 52 escaños más que el PSOE.

¿Va el PSOE a pactar con Podemos? ¿Desde la formación morada se aboga por un triunfo de Sánchez? Son cuestiones que se deben despejar a partir de hoy. El nuevo secretario general del PSOE debe definir cómo serán las relaciones con el partido liderado por Pablo Iglesias.

De entrada, Díaz acusa a Sánchez de ser el candidato que le conviene a Pablo Iglesias. La respuesta de Sánchez es clara y esgrime que no es presidente precisamente por la negativa a apoyarle de Podemos. Además, y en referencia a la posibilidad de llegar a acuerdos con la formación morada, el ex secretario general recuerda que barones alineados con la andaluza gobiernan en sus comunidades gracias al apoyo que recibieron de Podemos. Este es el caso de Ximo Puig en la Comunidad valenciana, Javier Lambán en Aragón y Emiliano García-Page en Castilla La Mancha.

¿Ha dicho Sánchez que va a pactar con Podemos? Hace un mes, abogó por impulsar “una alianza de progreso” en el que Podemos sería una pieza básica. Tras el anuncio de la formación morada de que presentará una moción de censura contra Rajoy, lo que ha sido criticado por Sánchez tanto en el fondo como en la forma, el ex secretario general ha cambiado el discurso y en el programa que presentó la pasada semana señalaba que “para cambiar el modelo económico y social neoliberal será necesario potenciar las interlocuciones y las alianzas con las organizaciones de los trabajadores y con los sectores de la sociedad que impulsan políticas de progreso”. La alusión directa a Podemos ya no es tal. En cualquier caso, Sánchez ya anunció que cualquier pacto al que llegue el PSOE lo tendrá que avalar las bases.

Quienes tienen claro que no van a pactar con Podemos son los otros dos candidatos, Susana Díaz y Patxi López. La presidenta andaluza no ha perdonado a la formación morada su negativa de apoyarle en la sesión de investidura de la Junta, lo que le llevó a tener que apoyarse en Ciudadanos. Para Díaz, Podemos representa “una izquierda inútil que no está en las soluciones a los problemas de los ciudadanos” y que “ni siquiera cumple su palabra”. De hecho, a su juicio la formación morada y su líder, Pablo Iglesias, “no son de fiar” y prefieren aliarse con la derecha “con tal de hacer daño a los socialistas”.

Por su parte, Patxi López asegura que su objetivo es “ganar al PP” y no, desde luego, “pactar con Podemos”.

Susana Díaz plantea cuatro prioridades en lo referente al bloque económico y social. Combatir la desigualdad, gestionar un nuevo modelo económico generando riqueza derogando la reforma laboral y garantizando el sistema de pensiones, actualizar la educación pública y gratuita y apostar por la sanidad pública y generar una buena ley de dependencia son los ejes en los que la baronesa andaluza plantea la actuación del PSOE si ella se hace con la Secretaría General.

Pedro Sánchez, por su parte, coincide con Susana Díaz en la necesidad de derogar la reforma laboral y aboga por reconstruir el pacto de Toledo con la participación de los sindicatos, lo que implicaría un nuevo estatuto para los trabajadores. El exlíder socialista ha hecho un especial hincapié en la necesidad de afrontar la precariedad de los jóvenes para acceder al mercado laboral, con la implantación de un ingreso mínimo vital. ¿De dónde prevé Sánchez que debe salir el dinero para afrontar estos retos? De una reforma fiscal, como en Francia, para que las grandes empresas paguen más.

El exlehendakari mantiene un discurso más etéreo a este respecto y aboga porque la sociedad no esté al servicio de la economía, sino al revés. Por ello, López insta que el Estado se convierta en “emprendedor” y haga una política de izquierda en contraposición a la que ha venido desarrollando el PP en los últimos años. Al igual que Sánchez y Díaz, una de sus primeras medidas sería la petición de la derogación de la reforma laboral.

Los tres candidatos han apelado a la militancia. De hecho, en el debate del pasado lunes Patxi López se enfrentó a Sánchez y Díaz al asegurar: “¿Qué pasa, acaso yo no soy militante? Candidatos de la militancia somos todos. Nadie me puede explicar a mí lo que es ser un buen militante”.

El exlehendakari, que ha puesto en cuestión la recogida de avales, tiene intención de eliminarlos como requisito para presentarse a unas primarias donde aboga por implantar un sistema de doble vuelta. López, además, aboga por implicar a la militancia en la dirección del partido porque, a su entender, en la actualidad hay mucha distancia entre los dirigentes y los militantes de base. El portugalujo pretende también regular las consultas entre la militancia y que sea ésta la que elija y pueda “echar” al secretario general.

Con lo sucedido en el Comité Federal del 1 de octubre del pasado año a flor de piel, Pedro Sánchez tiene claro que si los militantes son los que van a elegir al nuevo líder, solo serán los militantes, con un sistema de voto directo, los que pueden echar al secretario general. En cuanto a los pactos, Sánchez asegura que si es elegido someterá todos los pactos del PSOE a la consulta de los militantes. “Las consultas con la militancia serán obligatorias”, considera.

Y en ese afán por arrogarse el favor de la militancia, Susana Díaz afirma que “el secretario general debe estar al servicio de todos” porque, a su entender, “es el único camino para ganar la confianza de los ciudadanos”. Por ello, la dirigente andaluza insiste en que si gana hoy, reforzará la participación de los militantes.

¿Qué puede ocurrir a partir de hoy? ¿Qué va a pasar si gana Sánchez? ¿Y si la vencedora es Susana Díaz? De momento, quien lo tiene claro es Patxi López, a priori el que menos opciones tiene en estas primarias. “Si soy el secretario general, el 22 de mayo llamaré a Pedro y a Susana para integrarlos porque es la mejor fórmula, como hice yo en Euskadi, que conté con el 99,8% de los militantes. En caso contrario, tenemos un problema grande”, asegura el exlehendakari. Susana Díaz, sin llegar a tanto, sí ofrece diálogo a partir de mañana si es ella la elegida.

Pedro Sánchez, que también ha anunciado que contará con Díaz y López si es el ganador, quiere, sin embargo, que el secretario general no sea cuestionado “como me sucedió a mí desde que fui elegido”.

Pese a esos anuncios de buena voluntad, resulta evidente que las relaciones están rotas y si el ganador es Pedro Sánchez, es muy difícil que pueda contar con Susana Díaz y tampoco parece claro que vaya a contar con Patxi López. Como bien dice el refrán: “no hay peor cuña que la de la misma madera”, y López y Sánchez otrora fueron uña y carne. Además, entre los principales apoyos del exlehendakari se encuentran quienes fueron ejes básicos de Sánchez. César Luena, Óscar López o Sara Hernández se desgañitaron a favor del exsecretario general y ahora, sin embargo, apoyan a López. Por eso, saben que un triunfo de Sánchez les dejaría fuera del poder orgánico.

La victoria de Sánchez le colocaría en una situación comprometida ante la mayor parte de los barones territoriales que se han posicionado sin ambages a favor de Susana Díaz. “Veo complicado apoyar las decisiones si es Sánchez el que gana las primarias” ha señalado Guillermo Fernández Vara, presidente de la Junta de Extremadura y secretario general de los socialistas de la región. Por su parte, el presidente de Castilla La Mancha, Emiliano García Page, ya ha lanzado su órdago. Si hoy gana Pedro Sánchez agotará su mandato, pero no volverá a ser candidato del PSOE.