donostia - La crisis interna de Eusko Alkartasuna tomó ayer una nueva dimensión después de que 90 militantes del partido, entre los que se encuentran la expresidenta de las Juntas Generales de Gipuzkoa Lohitzune Txarola, el exalcalde de Bermeo Juan Carlos Goienetxea, o el edil de Gasteiz Antxon Belakortu, junto a 88 cargos públicos e internos, acusaran a la “candidatura alternativa a la oficial” de haber recurrido a la “deslealtad, a la manipulación y, lo que es más grave, a la mentira”.

“Son absolutamente falsas las acusaciones de oscurantismo y falta de democracia interna que se vierten sobre la actual ejecutiva de EA, presidida por el secretario general, Pello Urizar”, aseguran en el artículo remitido a los medios y en el que aseguran que “cada paso fundamental y estratégico correspondiente a la evolución de EH Bildu ha sido votado y aprobado por la asamblea nacional”. El sector oficialista responde así a las afirmaciones del sector alternativo, que a través de intervenciones públicas ha denunciado el papel de EA en la nueva EH Bildu.

Más allá de la “falta de transparencia”, los críticos han basado sus quejas en dos aspectos. Por un lado, en que una coalición soberanista en la que los cuatro partidos políticos (Sortu, EA, Alternatiba y Aralar) pierdan peso político puede perjudicar la imagen de pluralidad. Por otro lado, han mostrado sus quejas por que el proceso de refundación de EH Bildu, que arrancó el 25 de abril y acabará el 17 de junio, no esté acompasado con el congreso que EA anunció a finales de 2016 que celebrará el primer fin de semana de junio.

Esta razón ha llevado a este sector a acusar a la dirección actual de actuar mediante una política de hechos consumados. Los 90 firmantes del artículo, por el contrario, rechazan de plano esta acusación. “Algunas de las caras visibles del sector crítico pertenecen a la propia ejecutiva. Y muchas personas de dicho sector son miembros de la Asamblea Nacional”, aseguran estos cargos, que añaden que, “llegados a este punto, si la mayoría no apoya sus tesis y postulados, no les interesa el respeto a la democracia interna”.

Cruce de datos En lo que se ha convertido en un cruce de datos y números, una de las portavoces del sector crítico, la edil gasteiztarra Iratxe López de Aberasturi, insistió el domingo en que esta corriente puso “más de 530 firmas encima de la mesa de la Ejecutiva Nacional desde primeros de marzo”; se preguntó “en qué asamblea nacional se decidió la firma del 1 de abril en Baluarte” -en referencia al compromiso adoptado por los cuatro partidos para lanzar la refundación de EH Bildu-; y aseguró que “solo cuatro de las 18 mesas de trabajo que desarrollamos hace unas semanas avalaban los pasos de la Ejecutiva”.

Ya ayer, en una carta en la que “por lealtad al proyecto” aseguran que no seguirán con “este debate de forma pública”, el sector oficialista aseguró que “EA ha puesto en marcha diferentes procesos internos de debate abiertos a toda la militancia para hablar acerca del proceso de evolución de EH Bildu”, entre los que citan “dos convenciones”. “Estas personas que alegan ahora falta de democracia interna y transparencia boicotearon el debate y se negaron a debatir todas las preguntas relacionadas con el futuro de EH Bildu”, afirman, para añadir que la “evolución” de la coalición ha estado sobre la mesa de la asamblea nacional “repetidamente”, “siendo constantes los debates y bloqueos”: “Es rotundamente falso que no se hayan dado posibilidades a la militancia de EA de opinar, debatir, y marcar la posición de EA”.

Estos 90 militantes cierran su carta, en la que consideran “totalmente legítimo que quien no comparta el camino emprendido hace siete años por EA ponga encima de la mesa una candidatura alternativa a la oficial”, invitando al sector crítico a los foros internos que existen “para dirimir las siempre legítimas discrepancias”.

“Si lo que este sector busca realmente es reforzar EA, es el único camino posible”, zanjan, antes de considerar que “otro tipo de actitudes corresponden a intereses mucho más espurios que chocan frontalmente con el objetivo fundacional de EA y de EH Bildu, la liberación social y nacional de Euskal Herria”.

Discusiones de fondo La crisis en EA saltó hace apenas tres semanas aunque, en palabras de López de Aberasturi, “las diferencias vienen desde hace muchísimo tiempo”. En lo que sí coinciden ambas corrientes a tenor de las declaraciones públicas es en el valor que le conceden a EH Bildu tanto para EA como para la política vasca, aunque discrepan en el papel que deberían tener los partidos en la coalición.

Por una parte, el actual secretario general, Pello Urizar, reconoció en la entrevista que publicó este diario el domingo que “se está creando algo nuevo en EH Bildu y eso puede generar incertidumbre, y estos miedos están aflorando en esta corriente, un miedo a un futuro indefinido”, al tiempo que dijo tener “voluntad para llegar a acuerdos que permitan salvar esas incertidumbre”.

Los críticos insisten en una posible pérdida de “pluralidad” que López de Aberasturi explicó en estas páginas el día 11: “EA es importante para que aquellos posibles votantes del PNV que no están cómodos con ciertas cuestiones, con cómo lleva el tema de la construcción nacional y con el apoyo al PP, no se sientan sin referencias. Hay que aglutinar a esa pluralidad”.