parís - El primer ministro francés, Bernard Cazeneuve, aseguró que la entrega de armas por ETA supone “una etapa decisiva hacia el fin del terrorismo independentista vasco”, y subrayó que la cooperación policial y judicial con España es lo que habrá permitido acabar con “esa deriva”. Cazeneuve mostró su confianza en que la jornada vivida ayer “marque el fin de cinco décadas de violencia y permita a todos, respetando la memoria y la voluntad de progreso, abrir una era de paz duradera de la que el País Vasco no debería haber sido privado jamás”.

El primer ministro francés, que se felicitó de que la operación se realizara “con tranquilidad y sin violencia”, precisó que se encontraron “cerca de 3,5 toneladas de armas, de explosivos y de materiales necesarios para la confección de artefactos explosivos”. Avanzó, además, que los materiales peligrosos se destruirán, pero que las armas y otros productos van a ser objeto de peritajes, bajo la dirección de la Justicia francesa, “que trabajará como siempre en estrecha colaboración con la justicia española”. “Se trata -añadió- de que se pueda verificar si los diferentes elementos requisados “pueden ayudar” a resolver causas abiertas por actos de ETA y también “si el desarme es efectivamente total”.

Cazeneuve, que antes de ser designado para su puesto actual en diciembre pasado era el titular del departamento de Interior, hizo hincapié en que “el éxito de la lucha contra ETA subraya la aportación esencial de la cooperación internacional”. En concreto, subrayó que son las “relaciones excepcionales desarrolladas por las fuerzas policiales francesas y españolas, por los fiscales y jueces de los dos lados de los Pirineos, lo que habrá permitido poner fin a esta deriva”.

El primer ministro galo insistió en que el desarme formalizado ayer se realizó bajo el mandato de la Justicia, “como lo exigen el Estado de Derecho y los principios republicanos”, en alusión al marco creado por la investigación preliminar abierta el pasado día 4 por la Fiscalía antiterrorista de París.

También tuvo un mensaje de recuerdo “por las 829 víctimas de ETA y por los miles de personas heridas en sus acciones terroristas”. Así, se refirió particularmente al que se considera el último muerto atribuido a la banda, el policía francés Jean-Serge Nerin. “Su nombre -señaló- se vino a sumar a la demasiado larga lista de magistrados, miembros de fuerzas del orden y militares españoles asesinados por haber cumplido con su deber”.

Por su parte, el ministro francés de Interior, Mathias Fekl, afirmó que “esta fase de neutralización de los arsenales de armas y explosivos es un gran paso”. Fekl envió un mensaje de recuerdo para todas las víctimas, “en particular para los policías y los agentes de la Guardia Civil española” e insistió en que “la restitución de armas a la justicia, bajo cuya responsabilidad está trabajando actualmente la Policía Judicial, no puede más que enmarcarse en el respeto del Estado de Derecho”.

Actúa la fiscalía Por otro lado, la justicia francesa informó ayer que comunicará a la española los diferentes peritajes que se van a realizar del arsenal encontrado.

Así, la Fiscalía antiterrorista de París señaló a través de un comunicado que se hará por los canales de cooperación judicial que existen entre ambos países y que ello permitirá que la Justicia española utilice esas informaciones, lo que da pie a que se puedan aclarar algunas acciones de la banda que aún están por esclarecer. También indicó que desde el pasado 4 de abril ha abierto una investigación preliminar, en el marco de la cual la policía francesa realizó el registro de los ocho zulos, ubicados en el departamento de los Pirineos Atlánticos.

La Fiscalía francesa indicó igualmente que se estaba realizando “el inventario preciso” de las armas, las municiones y los otros productos y objetos aprehendidos, y que “todos” serán objeto de peritajes de la policía técnica y científica.

El Ministerio Público recordó que la lista de los zulos se presentó a primera hora de ayer ante el fiscal de Baiona en el Tribunal de Gran Instancia de esa ciudad por “un miembro” de la Comisión Internacional de Verificación. La lista iba acompañada de documentos escritos en euskera en los que aparecía el supuesto contenido en cada uno de ellos, y que fueron entregados a la Policía Judicial francesa. - Efe/E.P.