BILBAO. Desde 2012, el ritmo de etarras que salen de prisión supera al de los que ingresan como consecuencia de operaciones policiales, sin olvidar el efecto de la derogación de la doctrina Parot en 2013 que, en poco más de dos meses, supuso la excarcelación de 63 etarras.
Los que están a día de hoy entre rejas cumplen condena distribuidos en 44 cárceles españolas y una veintena francesas, además de una etarra pendiente de extraditar desde una prisión suiza, otro desde Reino Unido y un tercero en Portugal.
De todo el colectivo de presos, son más los encarcelados sin delitos de sangre que los condenados por asesinato y es en Francia donde se concentran los arrestados de las últimas cúpulas.
Atravesado con el trazo de la dispersión desde finales de los años ochenta, el mapa penitenciario etarra se dibuja así:
LAS CÁRCELES------------
Diez prisiones andaluzas se reparten 95 presos, un tercio del total de reclusos, por delante de los 48 que cumplen penas en cárceles de la Comunidad Valenciana, los 36 encarcelados en las dos de Murcia y, ya en menor medida, en Galicia (24), Castilla y León (20) o los 16 de Castilla La-Mancha.
Veintitrés etarras están a menos de 300 kilómetros del País Vasco, cuyas cárceles solo acogen a dos que aún no han roto con la disciplina, mientras que una decena siguen internos en la cárcel de Zaballa, en Nanclares de Oca (Álava), fuera de la ortodoxia de la organización.
En las cárceles de Burgos, El Dueso (Cantabria) y Logroño, las provincias más cercanas a Euskadi, cumplen condena cinco etarras, entre ellos el ex secretario general del sindicato LAB, Rafael Díez Usabiaga, condenado junto con Arnaldo Otegi, ya en libertad, por reconstruir Batasuna a través de Bateragune.
Frente a estos centros, los más alejados de Euskadi, son los de la provincia de Cádiz, con 22 presos; uno de ellos, Aitor Agirrebarrena Beldarrain, por participar en el asesinato del periodista José Luis López de Lacalle, y otro, José María Dorronsoro, como uno de los jefes del aparato de extorsión de la banda.
LOS HISTÓRICOS--------------
Hace ahora 25 años que cayó en Bidart (Francia) la entonces cúpula de ETA, en una de las operaciones más relevantes de la lucha antiterrorista. De los tres dirigentes de entonces, dos aún siguen entre rejas: Francisco Múgica Garmendia, Pakito, y Joseba Arregi Erostarbe, Fiti.
A ellos les sucedió Iñaki Bilbao, Iñaki de Lemona, que dos meses después fue detenido y sigue cumpliendo condena en Albocasser (Castellón), pero al igual que Pakito lejos ya de la disciplina de la banda, pues ambos fueron expulsados hace más de una década por abogar por el desarme.
Una petición que también firmó Ignacio Aracama Mendia, Makario, al que se atribuyen 18 asesinatos y que lleva dos décadas en la cárcel.
Casi el mismo tiempo, desde 2010, que el que lleva encarcelado José Lorenzo Ayestaran Legorburu, Fanecas, que hace dos años asumió todas las acciones de la banda.
Félix Alberto López de la Calle, Mobutu, ha sido de los últimos etarras históricos en ser extraditado por Francia, hace poco más de un año, y es el más joven, con 56 años, de todos los mencionados, que superan los 64 años.
LOS DUROS---------
En la cárcel salmantina de Topas está Santiago Arrospide Sarasola, Santi Potros, quien además de ser de los más veteranos en la cárcel -tiene 69 años-, es uno de los etarras más sanguinarios.
Tiene condenas de casi 2.000 años por el atentado de 1986 en la plaza de la Republicana Dominicana de Madrid, en el que fallecieron 12 guardias civiles, o de otros casi 800 años por ordenar el atentado de Hipercor en Barcelona en 1987, en el que murieron 21 personas.
Como Potros, también histórico (58 años) y de los más duros, José Javier Arizcuren Ruiz, Kantauri, cumple una abultada condena como responsable de 20 asesinatos y del diseño de la campaña de ataques contra políticos del PP y del intento de asesinato del Rey Juan Carlos en Mallorca en 1995.
Su detención en París, en 1999, fue uno de los golpes policiales más destacados después de la tregua indefinida declarada un año antes. Fue el primer etarra entregado por Francia en virtud del mecanismo de entrega temporal en 2001.
Precisamente ese año, fue arrestado Javier García Gaztelu, Txapote; el que fuera jefe militar de la banda cumple pena en Huelva como responsable de los asesinatos, entre otros, de Miguel Ángel Blanco; Fernando Buesa y su escolta, Jorge Diez Elorza; Fernando Mújica; Gregorio Ordóñez; José Luis López de Lacalle; y dos guardias civiles asesinados en Sallent de Gállego (Huesca).
FRANCIA-------
21 cárceles francesas con cerca de 80 reclusos etarras son la muestra de que el país galo dejó de ser hace muchos años el "santuario" o "refugio" de la banda. La cooperación en la lucha contra ETA ha permitido asestar los últimos grandes golpes a la banda, desde la cúpula hasta su estructura logística.
En sus prisiones figuran desde jefes militares como Mikel Garikoitz Azpiazu Rubina, Txeroki, y Juan Ibon Fernández de Iradi, 'Susper', hasta Mikel Albisu, Antza, o Mikel Carrera Sarobe, Ata, considerado en 2010 el máximo dirigente de la banda y condenado a dos cadenas perpetuas en Francia por los asesinatos en Capbreton en 2007 de los guardias civiles Raúl Centeno y Fernando Trapero.
Las últimas cúpulas también están encarceladas en el país vecino. David Pla e Isaskun Lesaka, así como su relevo Mikel Irastorza, detenido en noviembre, o los líderes del aparato logístico Iñaki Esparza, Iñaki Reta de Frutos y Xabier Goinetxea.