Reconozcan que han vuelto a emocionarse, una vez más. Es escuchar en el boletín de noticias de Onda Vasca -claro- que el juez Eloy Velasco ha vuelto a enredarse con cierto tipo de papeles Génova style y venirnos arriba, no falla. A pesar de Nóos y de las Black free de Caja Madrid, erre que erre, cómo nos deslumbra una investigación judicial de una pieza separada hasta ahora bajo secreto sumarial, slurp. El tipo de papeles que se sabe que están y que aparecen en cuanto llega el momento de que la comisaría entera se ponga a ordenar cajones.

Nos admira de Esperanza Aguirre el halo de que se ha visto rodeada durante buena parte de su biografía en el PP en activo y hasta de retirada. Es de suponer que de ello dio buena cuenta los dos años de cargo interruptus que ejerció en firma especializada en la contratación de talentos para las principales compañías del Ibex 35. Sin pretenderlo, esa tendencia natural suya a nombrar coetáneos y sustitutos de sí misma que resultan luego de lo más aparente del espectro de presuntos corruptos. Caramba cómo aprovecharon el tiempo mientras la sabían inmersa en aquel entonces en la construcción de hospitales, 6.

Cualquiera podría pensar que proliferan los laboratorios expertos en convertir dinero del que no hay constancia en millones tipo B. Ese tipo de savoir faire que siempre pensamos que ocurre en otros países a varias horas de vuelo, no tan cerca. De hecho, los testigos citados en la causa comentan que... A: Francisco Granados siempre les pareció un buen hombre, con porte de tarjeta white. Croa. B: Nadie se hubiera imaginado que Arturo Fernández, el del cátering de las Cortes, vicepresidente de la CEOE, es más, cuñado del presidente de la CEOE amén de compañero de pupitre de la Aguirrona (apelativo cariñoso oído en Chueca), pudiera volver a asomar el bigote -je- de entre el caso Púnica. Croa.

Nadie se lo explica, el que menos el tesorero, al que nadie se atrevió a pedir cuentas a la vista de que las convocatorias del partido y las campañas electorales salían a buen precio y, de sonido, fetén. No ha quedado rastro del buzoneo y un par de vídeos y otro poco de papelería motivo de la cuestación; perdón, donación. La cosa es que en la capital venía llamando la atención que el importe económico de las ofertas resultara el elemento determinante de la adjudicación, cada vez más a la baja. Como si hubieran sido tiempos de abrir un pliego y subir la deuda, todo en uno.