bilbao - El padre del preso de ETA Ibon Iparragirre falleció ayer en el mismo momento en que el recluso le visitaba en Ondarroa. Iparragirre, que cumple condena en la cárcel de Alcalá Meco, había solicitado la pasada semana permiso para realizar esta visita, ante el estado crítico en el que se encontraba su padre. El preso fue trasladado el jueves hasta la prisión alavesa de Zaballa, y ayer pudo encontrarse con su padre, si bien poco después este falleció.

La asociación de familiares de presos Etxerat recordó ayer que el preso “se encuentra gravemente enfermo, padece infección por VIH estadio C-3, con importantes lesiones neurológicas” que le ocasionan brotes convulsivos, alteraciones visuales, pérdida de memoria y pérdida de la noción espacio-temporal, por lo que exigió que no le vuelvan a trasladar a una cárcel fuera de Euskal Herria. Además, la organización reclamó que terminen “las medidas de excepción de la actual política penitenciaria” y que los presos gravemente enfermos salgan de las prisiones.

Jaiki Hadi, una asociación asistencial para los presos en materia sanitaria, elevaba recientemente hasta 22 el número de presos gravemente enfermos e incurables. El Código Penal abre la puerta a suspender la ejecución de la condena para los presos con padecimientos de ese tipo, pero el criterio de Instituciones Penitenciarias pasa por no flexibilizar la situación de los reclusos si no se demuestra que están al borde de la muerte, o si no han pedido perdón. - DNA