GASTEIZ - Los últimos discursos de la izquierda abertzale en materia de paz están inquietando al lehendakari y a sus socios del PSE. Aunque la ponencia parlamentaria se reactivó a finales del mes pasado sin exigirle condiciones previas, los objetivos siguen estando claros para los socios de gobierno, y pasan, entre otros, por deslegitimar el terrorismo y la violencia. Es ahí donde ven retrocesos a la hora de reconocer que matar estuvo mal, hasta el punto de que la líder socialista Idoia Mendia detecta una estrategia negacionista para ocultar las décadas de violencia de ETA o el impulso social que tuvo desde la izquierda abertzale. En una nueva pirueta que cayó como un jarro de agua fría sobre los socialistas, Arnaldo Otegi no ve sentido a la exigencia de reconocer que matar estuvo mal porque, según dijo ayer, ni la propia ETA ha llegado a decir que matar esté bien. El lehendakari ha salido a la palestra en dos ocasiones en las últimas semanas para lamentar que Sortu se esté quedando corta, y para pedirle que apueste con claridad por el suelo ético. Ayer volvió a llamar la atención sobre el cambio operado en EH Bildu desde la campaña electoral hasta ahora, y lo atribuyó a la preeminencia de Sortu sobre el resto de socios de la coalición cuando se trata de hablar de paz.
La tensión en materia de paz ha regresado al Parlamento en las últimas horas, cuando la ponencia aún no ha sido constituida oficialmente ni ha celebrado su primer encuentro. Los encontronazos hacen prever que el camino hacia el acuerdo será largo y accidentado. El lehendakari atribuye las fricciones también al PP por su insistencia en quedarse fuera de la ponencia y, al mismo tiempo, forzar al pleno a debatir propuestas que por su naturaleza deberían trabajarse en un ámbito más alejado de los focos. Además, cree que sus propuestas obedecen a necesidades internas de partido y que propone cuestiones superadas o tareas que el Gobierno Vasco ya está acometiendo, como sucedió el jueves con el debate de la iniciativa para la deslegitimación del terrorismo en las aulas.
Ese pleno desembocó en un intenso cruce de reproches entre el PP y EH Bildu, que por boca de Julen Arzuaga aseguró que los actos que se han realizado en algunos institutos no son homenajes a ETA sino a personas muertas que, por lo tanto, ya no son militantes de la organización armada. Arzuaga fue amonestado hace unos días por el propio lehendakari en otra entrevista por considerar que se había quedado “corto” durante el pleno de reactivación de la ponencia de paz, y ya acumula varios reproches del Gobierno Vasco. Durante la comparecencia del secretario de Paz y Convivencia, Jonan Fernández, Arzuaga criticó que el Ejecutivo vasco persiga una valoración expresa sobre la injusticia de la violencia de ETA. Por otro lado, en plenas negociaciones para constituir el nuevo gobierno, Otegi enojó al lehendakari al asegurar que la Ertzaintza también ha matado.
En una entrevista concedida a Radio Popular-Herri Irratia, Urkullu se resistió a decir que Sortu haya dado un paso atrás, pero lo dejó caer cuando aseguró que su discurso “no es el que escuchaba en campaña electoral”. “Son discursos de EH Bildu que están protagonizados por Sortu y que están haciendo una interpretación de un discurso del pasado, cuando deberíamos estar en una situación ya diferente”, dijo. Vio en la misma dinámica al PP, al que acusó de intentar “suplantar” a la ponencia parlamentaria y de repescar “discursos del pasado”. “Todos tienen que dar pasos”, dijo en referencia a los dos partidos, a los que vio enquistados. Les pidió un esfuerzo para alcanzar acuerdos.
La petición no está teniendo eco en el PP ni en EH Bildu. El popular Borja Sémper insistió ayer en que no entrarán en la ponencia si no se asume el suelo ético, y desde la coalición abertzale fue nuevamente Sortu quien dio la réplica a Urkullu. En una entrevista concedida ayer a Euskadi Irratia, Otegi aseguró que, cuando el lehendakari pide a la izquierda aber-tzale que admita que los asesinatos de ETA estuvieron mal, lo hace “por un interés político y de manera muy torpe”. “Parece que nosotros hemos dicho alguna vez que matar estuvo muy bien. ¿Cuándo me has escuchado decir a mí que matar está bien? ¿A quién se lo has escuchado? Yo ni siquiera se lo he escuchado a ETA. Detrás de eso hay un interés político, y es decir que la izquierda aber-tzale ha estado equivocada en toda su trayectoria histórica y que, por lo tanto, no es de fiar y es un proyecto político que no merece confianza de cara al futuro”, interpretó.
Otegi opinó que no se trata de una cuestión de ética sino de “humillar” a su partido y que acepte que su trayectoria histórica ha sido un error. “Y eso no lo vamos a hacer”, avisó. Añadió que, cuando se le pide a la izquierda abertzale que deslegitime la violencia de ETA, “muchas veces se pide otra cosa a escondidas, y es la legitimación de la violencia de Estado”. Pidió sumar los relatos y no quedarse con uno.
La crítica socialista Los socialistas también alzaron ayer la voz para criticar el discurso de la izquierda aber-tzale aunque, en su caso, el dardo se lo lanzaron en exclusiva a EH Bildu y no al PP. Cabe recordar que, durante la legislatura pasada, el PSE compartió posición con los populares al abandonar la ponencia parlamentaria por discrepancias con la izquierda abertzale sobre la deslegitimación del terrorismo. Tras el pacto de gobierno con el PNV, apostaron por reactivar el foro parlamentario sin condiciones previas a la izquierda abertzale.
En cualquier caso, Idoia Mendia avisó ayer en su blog de que la ponencia deberá centrarse en deslegitimar el terrorismo, y que, si los socialistas no aceptaron “trueques en la defensa de los derechos” cuando eran asesinados, tampoco lo harán ahora. Exigió a quienes apoyaron esos atentados que reconozcan “el fracaso de su estrategia de dolor, tan injusta como inútil”, y reprochó a Arzuaga su discurso “negacionista, que pretende ocultar los hechos, las esquinas donde explotaron las bombas, las lápidas con nombres tallados por la injusticia”.