MADRID - Comparten un mismo objetivo, que no es otro que fortalecer Podemos para que sea alternativa a un Gobierno del PP en 2020. Pero los dos cabezas visibles que compiten por hacerse con las riendas políticas y organizativas, el secretario general, Pablo Iglesias, y el secretario político, Iñigo Errejón, profundizaron ayer en sus tesis para ensanchar las bases del partido en la jornada de arranque del proceso interno que dirimirá el liderazgo. Iglesias echó mano del ideario de su número dos para apelar a la transversalidad, aunque entendida como espejo “a los pueblos de nuestro país y no a los partidos y políticos viejos”; mientras que Errejón reclamó “no atrincherarse” en los ya convencidos para pasar a una fase en la que se amplíe la base militante sin caer en el error de la izquierda tradicional de “regañar” a los votantes .
Ilusión fue la palabra que más sonó en los multitudinarios actos de arranque de campaña de ambos. Madrid fue la ciudad elegida, en la que Errejón e Iglesias lanzaron el grueso de sus propuestas de cara al congreso ciudadano estatal de Vistalegre II. El máximo mandatario tiró de su argumentario habitual para emplazar a los militantes a optar por una formación que no emule “a los viejos partidos”. “Esa es la clave de Podemos, no estrategias sociales en un laboratorio, sino decir la verdad, porque es un relato que aunque tengas todo en contra, funciona mejor”, proclamó como respuesta a las tesis de su número dos. Otro torpedo a la línea de flotación del ideario errejonista fue el llamamiento a no creer en la existencia de un partido “estrecho y uno ancho, a un Podemos perdedor y uno ganador”, sino a “compañeros que tienen ideas diferentes”. Solicitando el voto por “su equipo”, donde figuran algunas de las caras más conocidas del partido -Pablo Echenique, Irene Montero o Rafael Mayoral- para reafirmarse en que la candidatura que encabeza forma un todo indivisible.
El secretario político presentó sus documentos pocas horas antes, también ante un público numeroso. Y Errejón, cuyo cartel de campaña sitúa en primera plana a Iglesias y a él mismo, insistió en sus postulados. Apostará por un Podemos que no “se atrinchere”, que no se “fortifique” en los ya convencidos, que no pida carnets de izquierda que y no caiga en el error de la izquierda tradicional de “regañar” a los votantes. Asimismo, siguió tirando del hilo argumental de que Vistalegre II no será un plebiscito por el liderazgo. “El partido no se puede jugar permanentemente a cara o cruz”, aseveró. Por último, instó a que la formación morada sirva para “arrancar al Gobierno victorias concretas” como la derogación de la reforma laboral o la Ley Mordaza.