- Historiador y profesor universitario experto en movimientos sociales, está llamado a ser uno de los pesos pesados del nuevo partido que aglutine a parte de la izquierda alternativa catalana. Xavier Domènech es la cabeza visible de este proyecto y ya ha manifestado su disposición a “liderar” una nueva fuerza que, según remarca, debe aspirar a proponer una “alternativa de país” que rivalice con la antigua Convergència. En ello se afanarán dentro de un proceso que se alargará hasta primavera.
¿Por qué han optado por conformarse como un partido más y dejar atrás la fórmula de las confluencias?
-Las coaliciones electorales a través de las que nos hemos presentado hasta la fecha agrupaban a muchos independientes, y ahora vamos a crear un nuevo partido político. Lo vamos a hacer a partir de una discusión de ideario político y de ideas de país. Y la intención es crear una alternativa de país y dar cauce a un espacio político que se debe poder expresar.
¿Qué pretenden aportar?
-Las diferentes experiencias de confluencias, no todas iguales, nos han demostrado que hay un espacio político nuevo en Catalunya. Hemos ganado en el Ayuntamiento de Barcelona, hemos ganado por dos veces las elecciones generales en Catalunya... Los resultados tienen, además, una doble virtud. En primer lugar, ese espacio político es claramente el primero en todo el área metropolitana de Barcelona y, en segundo lugar, somos un espacio muy transversal más allá de dicho área. Por decirlo gráficamente, hemos ganado en la ciudad más grande, que es Barcelona, y en el pueblo más pequeño de Catalunya, Sant Jaume de Frontanyà. Hemos ganado en Tarragona, hemos sacado diputada en Girona, lo que parecía imposible. ¿Qué podemos aportar? La construcción de una alternativa de país, de un proyecto de radicalidad democrática y que quiere construir todas sus soberanías en Catalunya: la económica, energética, nacional... Queremos ser alternativa de país, y eso significa ser alternativa a Junts Pel Sí y a Convergència, que gobernaron 30 de los últimos 36 años.
¿El futuro de esa Catalunya está dentro del Estado o fuera?
-Tenemos esa discusión, las ponencias cero salen en enero y tenemos que hacer una propuesta para Catalunya; aunque está por hacer, entendemos que no se moverá en el marco autonómico. Lo hará en el marco de un proceso constituyente en Catalunya y en la creación de una institucionalidad catalana que sea una realidad constitucional. A partir de ahí, es cierto que somos un espacio político donde hay independentistas y personas que no lo son, pero es un espacio político que no se ha definido como independentista, sino más bien como soberanista. En este sentido, las personas que se han definido como independentistas coinciden en que es más fácil la construcción nacional a partir de una construcción social amplia y que, probablemente, es más fácil poder decidir la independencia desde esa construcción más amplia, por eso se defiende el derecho a decidir.
A menudo se les ha acusado de ambigüedad con respecto a la cuestión de la independencia. ¿El proceso de creación del nuevo partido zanjará ese debate?
-No creo que sea ambigüedad. La propuesta que salga del proceso de debate probablemente sea una propuesta de República Catalana, o algo similar, más allá del marco estatutario. Creo que va a ir por ahí, para nosotros no es ambigüedad. Otra cosa es que un día se celebre un referéndum en el que se pregunte a la ciudadanía al respecto.
Ante una eventual consulta en la que se pregunte si se quiere un Estado catalán independiente solo cabrían dos opciones, y parece lógico pensar que ante una cuestión tan trascendental todos los partidos deberán posicionarse de manera clara.
-Evidentemente, ante una consulta de esas características las respuestas solo podrán ser sí o no. Y cuando se dé tendremos que decidir. El tema de la ambigüedad se plantea ante una pregunta, pero eso no quiere decir que seamos ambiguos en la propuesta que hagamos. La misma será clara, otra cosa es que asumimos que hay una importante parte de la población en Catalunya que quiera responder a esa pregunta y que tiene derecho a hacerlo. Vamos a luchar para que esa pregunta se pueda formular.
¿Y podría llegar el nuevo partido sin una respuesta unívoca ante esa eventual pregunta?
-Lo discutiremos cuando toque, pero lo que no vamos a hacer es separar, únicamente por esa razón, a diversas fuerzas soberanistas que tenemos un programa común de país, de cómo se construye, radicalmente diferente al que representa Convergència. Vamos a construir un país que sea alternativa a Convergència, radicalmente diferente.
¿En qué sentido?
-Ellos apuestan por el Estado independiente, pero también por el TTIP, y desde mi punto de vista ese país no sería soberano si acepta el TTIP. Por tanto, creo que manejamos un concepto de soberanismo, unos y otros, que tiene la misma etiqueta, pero no hablamos de lo mismo. A pesar de que Convergència es un espacio electoral en clara decadencia, sigue hegemonizando el gobierno de la Generalitat a través de alianzas que hacen imposible una alternativa. Lo que vamos a pactar es que hace falta, desde hace tiempo, una alternativa a lo que suponen los gobiernos liderados por Convergència. Porque por mucho que en esas alianzas esté ERC, un partido de izquierdas, o la CUP, anticapitalista, en los debates todo queda muy limitado. Hay una serie de temas básicos que no se pueden tratar.
En el programa que dirige Pablo Iglesias vaticinó que esta legislatura durará un año y medio. ¿Está convencido de ello?
-Uno siempre puede estar equivocado, pero mi visión es que el Ejecutivo actual se mantiene por dos factores. El primero es el crujimiento del sistema político de la Transición, con la crisis del PSOE que les permite seguir gobernando. El segundo es una ilegitimidad básica, y es que se apoya en dos partidos que cuando se presentaron dijeron que no harían a Mariano Rajoy presidente. Esto conlleva un problema de ilegitimidad potente, y va a provocar problemas entre las tres formaciones. No quizá ahora, pero a medio plazo seguro.
Es en ese posible escenario post-Rajoy en el que entrarían en juego propuestas relativas al futuro de Catalunya a nivel territorial como la que presentarán en los próximos meses...
-Claro, no va a ser un Gobierno estable y, por eso, creo que vamos a ir a un escenario en el que todo lo que ahora se ha cerrado en falso va a tener que ser abordado. El futuro de Catalunya a ese nivel va a tener que ser tratado y solucionado, igual que la cuestión del modelo del país a nivel social.