madrid- Aunque matizado posteriormente, el PP aprovechó ayer la muerte de la senadora y exalcaldesa de Valencia, Rita Barberá, para cuestionar el pacto que alcanzó con Ciudadanos y que abrió el camino de la investidura de Mariano Rajoy. En concreto, a lo que “hay que darle una vuelta” -en palabras de Rafael Hernando- hace referencia al apartado sobre corrupción y a la forma de actuar en el caso de que un cargo público sea investigado.
Hernando, portavoz del PP en el Congreso, que ya había levantado polémica la víspera al culpar a la prensa, a que calificó de hienas, de le muerte de Barberá, aseguró en una entrevista concedida a TVE que quizá sea necesario replantearse un pacto que, en lo concerniente a la corrupción, Ciudadanos les hizo ir más allá de los fundamentos por los que se rige el PP. Hernando recordó que la formación de Albert Rivera les pidió “dar un paso adelante” respecto a lo que marcan sus normas internas, que establecen que deben dimitir aquellas personas a las que se les abra juicio oral, pero no en el momento en el que son imputados.
Según el dirigente popular, “habría que buscar alguna fórmula para compensar a esa persona a la que se hace dimitir” y que luego, aunque sea absuelta o su caso sea archivado, no puede recuperar su vida política, generalmente porque han pasado años y su puesto está ocupado ya por otra persona. Por ello, anunció que la intención de su partido es “darle una vuelta” a lo pactado con Ciudadanos.
Posteriormente, Hernando matizó estas palabras y aseguró en el Congreso que la intención del PP es que se “abra una reflexión” sobre la cuestión de la corrupción, una reflexión en la que, a su juicio, se deben involucrar todas las fuerzas políticas para analiza “lo que ha sucedido” -en referencia a la muerte de Barberá- y si se va “por el camino adecuado y correcto”.
Desde el Gobierno también se quiso matizar las palabras de Hernando. Así, Méndez de Vigo, portavoz del Ejecutivo de Rajoy, aseguró que el pacto con Ciudadanos “está para cumplirse”, pero de la misma manera pidió a todos los partidos que hagan una “reflexión” sobre cuándo se debe apartar de sus cargos a los políticos investigados.
El ministro de Educación, al igual que Rafael Hernando, recordó que el PP siempre ha defendido que se debe esperar a que se abra juicio oral para apartar a los cargos públicos, pero la condición que impuso Ciudadanos para sentarse a negociar la investidura de Rajoy es que el momento de apartar a un cargo público es al ser imputado, sin esperar a que se llegue al juicio.
Sin embargo, el ministro de Justicia, Rafael Catalá, subrayó que el acuerdo con Ciudadanos, “está en vigor y que goza de muy buena salud”. Aun así, mostró su confianza en que los próximos años sirvan para impulsar una reforma en la ley procesal penal que permita fortalecer la presunción de inocencia y agilizar los procesos judiciales.
Aviso de ciudadanos Tras tener conocimiento de las palabras de Hernando, el vicesecretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, dejó claro que la formación naranja no tiene ninguna intención de modificar los términos del pacto y si el PP decide incumplir el acuerdo en cualquiera de sus puntos, se dará por roto el pacto y tendrá repercusión política.
Villegas insistió en que para su formación era decisivo a la hora de dar su confianza a Rajoy que los imputados abandonen su cargo público. “Hay un pacto firmado, nosotros hemos cumplido nuestra parte al votar sí en la investidura y si el Partido Popular decide incumplir el pacto en cualquiera de sus puntos, ya sea económico o en lucha contra la corrupción, se habrá roto ese pacto”, señaló.
El dirigente de la formación naranja consideró, además, que de una “desgracia” como la muerte de Barberá no se pueden extraer “conclusiones políticas” y que los criterios deben ser coherentes y servir para aplicarse “siempre” y a todos los partidos.
En la disputa entre PP y Ciudadanos también terció el secretario político de Podemos, Iñigo Errejón, para quien el PP trata a Ciudadanos como “rehenes” al querer cambiar el pacto que ambas fuerzas firmaron para facilitar la investidura de Rajoy. “Esa es la forma en la que el PP trata a sus socios. No les considera socios, les considera rehenes”, afirmó el número dos del partido morado.