gasteiz - “Ondorioz, Iñigo Urkullu Renteria jauna izendatu da Eusko Jaurlaritzako lehendakari. Zorionak, lehendakari jauna”. La presidenta del Parlamento Vasco, Bakartxo Tejeria, cerraba ayer con estas palabras, poco después de las diez de la mañana, el largo proceso de cocina política y declaraciones medidas al milímetro que ha desembocado, casi dos meses después de las elecciones del 25 de septiembre, en el nombramiento de Iñigo Urkullu como lehendakari de la XI legislatura del Ejecutivo autónomo.

Tras una jornada de confrontación de modelos entre el PNV y el PSE, por un lado, y EH Bildu, por otro, ayer sólo restaba constatar oficialmente que, pese a estar en minoría, Urkullu ha sido el candidato que más apoyos ha recabado. El jeltzale recibió los 37 votos esperados y Maddalen Iriarte, la representante de la coalición abertzale, los 18 de su grupo, y el resto del hemiciclo se abstuvo, facultando desde ese momento al reelegido lehendakari a conformar un Gobierno que escasas horas después se daba a conocer a los medios.

Un aplauso siguió a la proclamación de Urkullu, que inmediatamente hizo un gesto de reconocimiento a toda la Cámara; después a su mujer, Lucía Arieta-Araunabeña, y sus tres hijos, presentes en el palco del Legislativo vasco; para a continuación dirigirse al escaño de Idoia Mendia y dar dos besos a la secretaria general del partido que va a entrar a formar parte de su gobierno. A continuación Urkullu fue a saludar uno a uno, a los responsables de los diferentes grupos parlamentarios; Maddalen Iriarte, Pili Zabala y Alfonso Alonso, para terminar dando un abrazo al portavoz del PNV, Joseba Egibar.

En su breve discurso, Urkullu reconoció “con toda humildad” que la nueva configuración del Parlamento va a exigir “diálogo y acuerdo” y por ello ofreció la “mano tendida” de jeltzales y socialistas para “unir fuerzas al servicio de Euskadi”. “Es imprescindible, sí, pero también es nuestra voluntad”, enfatizó. Así, y citando a Ruper Ordorika emplazó a todos los grupos a hacer realidad “un proyecto de futuro compartido para Euskadi”, a cuidar aquello que se ama. “Euskadi es una sociedad plural y la colaboración forma parte de nuestra cultura”, insistió Urkullu, que prometió “cumplir fielmente nuestro mandato, nuestro programa”.

El mandatario reelegido, para quien “no hay mayor honor en este pueblo que ser lehendakari”, estableció como prioridades para los próximos cuatro años “crecer y crear más y mejor empleo, ayudar a crear más y mejor empleo, garantizar las políticas sociales y los servicios públicos esenciales, consolidar la convivencia social y política tras el final de la violencia, acordar un nuevo pacto estatutario de futuro para Euskadi”.

la visión de los partidos Poco después, los portavoces de los partidos valoraban lo vivido en estas dos jornadas en la sala de prensa de la Cámara. El portavoz parlamentario del PSE, José Antonio Pastor, aseguró que “si se llevan adelante los acuerdos contenidos en el acuerdo de gobierno”, el nuevo Ejecutivo “va a saber responder con solvencia y responsabilidad a los retos que tiene el país”, informa Europa Press. Pastor subrayó la “satisfacción” de los socialistas por “haber puesto en marcha ya un gobierno en Euskadi” y afirmó que “ahora lo que toca es ponerse a trabajar con dedicación y con mucha intensidad porque este país necesita mucho trabajo y mucha dedicación”.

Por su parte, la parlamentaria de EH Bildu Miren Larrion aseguró que el de ayer era el día de Iñigo Urkullu y le felicitó por ello, pero afirmó que el Gobierno que formarán el PNV y el PSE supondrá un “retroceso” para Euskadi porque es “más de lo mismo”. Larrion contrapuso este ejecutivo al del primer lehendakari, José Antonio Agirre, que “llevó a este país a ser casi un Estado”.

Desde Elkarrekin Podemos, su portavoz, Lander Martínez, aseguró que en el Parlamento Vasco existe una mayoría “suficiente” para aprobar “medidas alternativas que respondan a las necesidades de los ciudadanos más desfavorecidos”. Martínez afirmó que el acuerdo de gobierno entre el PNV y el PSE tiene “muchas carencias” y que “muchas preguntas siguen sin responder”. Por ello señaló que su formación seguirá “buscando respuestas” a esas preguntas.

En el PP, Borja Sémper felicitó a Iñigo Urkullu por su reelección como lehendakari y afirmó que ahora “debe demostrar su “voluntad de diálogo, de entendimiento, de moderación y de acogerse a la legalidad”. “Ahora empieza el tiempo de la realidad”, dijo Sémper, quien reclamó un gobierno que gobierne, con eficacia a ser posible; y un Parlamento que controle a ese gobierno y que legisle”.

Por último, el portavoz del PNV, Joseba Egibar, apeló al “diálogo y el acuerdo” para “avanzar y superar los obstáculos” en esta legislatura, para lo que aseguró que la formación jeltzale y el propio Urkullu, están dispuestos a ejercer un “liderazgo compartido”. Egibar lanzó un mensaje en favor de la colaboración entre instituciones, partidos y ciudadanos para “avanzar y consolidar lo que de bueno tenemos”, así como para “resolver” los problemas que afectan a la sociedad. Además, destacó, pese a que haya quien pueda pensar que el principal “beneficiario” de esas apelaciones es el propio PNV, su partido está dispuesto a ejercer un “liderazgo compartido”.

Según Egibar, el resto de partidos políticos e instituciones, así como la propia ciudadanía, también “tienen su sitio” en este escenario, dado que deberán plantear sus “aportaciones” para hacer avanzar a “una sociedad “plural”. Según el parlamentario nacionalista, “la suma de esfuerzos” y los acuerdos logrados en las instituciones pueden tener un “efecto multiplicador” en la sociedad.