Esta fórmula de Gobierno que nacionalistas y socialistas retoman en Euskadi 19 años después, no suma sin embargo mayoría absoluta en la Cámara autonómica, por lo que Urkullu, que hoy ha sido investido lehendakari por el Parlamento Vasco, estará obligado a llegar a acuerdos con los grupos de la oposición.

Con su socio preferente hasta la fecha, el PSE, convertido en su compañero de Gobierno, debe abrir el abanico de pactos a nuevas formaciones y continuar con el mismo talante dialogante que los electores vascos premiaron en las elecciones de septiembre, en las que el PNV fue el único partido que logró incrementó sus escaños en la Cámara autonómica.

Durante toda su carrera política y, especialmente en los cuatro años que lleva al frente del Gobierno vasco, Urkullu ha mantenido un perfil serio alejado de lo que los nacionalistas denominan "política espectáculo" y ha cultivado la fama de "buen gestor" que siempre defiende el PNV.

En su primer mandato como lehendakari (2012-2016), Urkullu ha puesto el acento en la recuperación económica y la generación de empleo principalmente, pero también en asentar la paz y la convivencia, aspectos que seguirá impulsando en esta su segunda legislatura, junto a otra materia clave para su partido como es el autogobierno.

Han sido sonados sus desencuentros con el presidente Mariano Rajoy, al que ha criticado en repetidas ocasiones por no responder siquiera a sus misivas y al que ha reprochado su "afán recentralizador" por sus recursos contra leyes y medidas aprobadas en Euskadi.

A pesar de este distanciamiento, Urkullu ha confiado en que el nuevo Gobierno de España, ahora en minoría, muestre un cambio de actitud que haga posible retomar el diálogo institucional y el acuerdo entre Euskadi y el Estado.

Iñigo Urkullu nació en Alonsotegi en 1961 y se diplomó en Magisterio. Casado y con tres hijos es un hombre metódico, religioso y familiar, con fama de dialogante, de maneras educadas y con un discurso sin excesos verbales. Siempre sin perder su seriedad, es una persona accesible, discreta y afable en las distancias cortas.

Ha sido el primer lehendakari en no residir de manera permanente en Ajuria Enea, en Gasteiz. Esta decisión fue foco de críticas por diversas formaciones, especialmente el PP alavés, pero Urkullu se mantuvo firme en su voluntad de regresar a su domicilio de Durango (para dedicar más tiempo a su familia.

Antes de ser investido lehendakari en 2012 toda su carrera política estuvo relacionada con la vida interna del PNV, aunque fue parlamentario autonómico entre 1994 y 2007. De hecho tuvo que abandonar la presidencia del partido para poder ser designado lehendakari, ya que el PNV no permite compaginar ambos cargos.

Hasta entonces su único cargo público ejecutivo fue el de director de Juventud de la Diputación de Bizkaia entre 1987 y 1994, y en el Parlamento Vasco su principal labor fue presidir la comisión de Derechos Humanos entre 1999 y 2007, las legislaturas en las que Juan José Ibarretxe fue lehendakari, y en las que esa comisión elaboró la declaración de reconocimiento a las víctimas del terrorismo.

A los 23 años, en 1984, ya era miembro de la ejecutiva del PNV en Bizkaia. En 2000 fue elegido presidente del partido en este territorio y siete años más tarde, en 2007, accedió a la presidencia nacional del PNV al ser el candidato de consenso entre los dos sectores del partido tras el abandono de la política de su antecesor, Josu Jon Imaz.

Dejó la dirección del Partido Nacionalista Vasco en 2012 para ser lehendakari, un cargo ostentará también durante los próximos cuatro años después de ser hoy investido por el pleno del Parlamento Vasco.