en Vitoria-Gasteiz donde se hace la ley, que decía la mítica banda de Potato, Iñigo Urkullu y Maddalen Iriarte compitieron ayer en protagonismo con la noticia de la repentina muerte de la exalcaldesa de Valencia Rita Barberá a consecuencia de un infarto y con la fuerte nevada que en horas del hamaiketako quiso hacerse notar y airear el ambiente. Entre el blanco níveo y el negro mortal deambularon en el Parlamento Vasco los dos candidatos tratando de convertirse en el próximo lehendakari en una jornada maratoniana que hoy tendrá seguimiento para encumbrar de nuevo al de Alonsotegi.

El manto de nieve siempre es una figura socorrida para escribir líneas como ésta pero se lo tiene ganado a pulso porque su magnetismo y su capacidad para rejuvenecernos es tal que hasta políticos de altos vuelos como el propio Arnaldo Otegi, al término de la sesión matinal del pleno, no pudieron resistirse a la tentación de sentirla en piel propia y hacerse una foto. Y la muerte de la senadora del PP fue uno de los temas de comentario inevitable en los pasillos.

La nieve y el óbito de Rita Barberá pugnaron por desplazar el protagonismo al pleno de investidura pero el centenar de periodistas acreditados para cubrir el evento se empeñaron en evitarlo. Tal era la expectación que incluso otro número similar de invitados no quisieron perderse la cita. Estaban los fijos en estas ocasiones, como el presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, Juan Luis Ibarra, el fiscal general vasco Juan Calparsoro, los expresidentes del Parlamento Vasco Juan José Pujana y Juan María Atutxa, o el exlehendakari José Antonio Ardanza. Tampoco faltaron ni el secretario de Paz y Convivencia, Jonan Fernández, ni la directora del Instituto Gogora, Aintzane Ezenarro, ni tampoco la directora de Derechos Humanos, Monika Hernando.

También se personaron los diputados generales de Álava y Gipuzkoa, Ramiro González y Markel Olano, los líderes sindicales Raúl Arza (UGT) y Unai Sordo (CC.OO.) y el que fuera parlamentario por UPyD la pasada legislatura Gorka Maneiro. Cerquita pero no juntos Otegi y Andoni Ortuzar no perdían detalle de los discursos de sus respectivos candidatos. Entre los invitados también hubo una representación del colectivo de familiares de presos de ETA, Etxerat. No muy lejos el exconsejero de Justicia y portavoz de Sare Joseba Azkarraga, codo con codo con la exconsejera Anjeles Iztueta.

Iriarte y Urkullu llegaron acompañados de su esposa Lucía Arieta-Araunabeña y su compañero, respectivamente. La candidata por EH Bildu tuvo asimismo el respaldo de tres de sus hijos y de su hermana Nerea que confesó que la hasta hace unos pocos meses presentadora experimentada de ETB no pudo desprenderse totalmente del cosquilleo de los nervios.

Una vez rebajada la espuma inicial del cara a cara Urkullu-Iriarte y ya con la nieve aguándose y amortiguado el impacto de la muerte de Barberá, cuando los discursos y las réplicas se tornaban previsibles los rumores sobre los próximos consejeros del Gobierno vasco calentaron la jornada. Urkullu e Idoia Mendia guardan bajo siete llaves los nombres de los titulares de las once carteras pero la rumorología se disparan allí donde se juntan prensa y política. Habrá que esperar unos días y mientras tanto a jugar a las quinielas.