BILBAO - La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, han comenzado las conversaciones con el propósito de abordar los temas pendientes de la llamada carpeta catalana que reclama el Govern. El contacto entre Puigdemont y Sáenz de Santamaría, discreto y muy exploratorio, se produjo la noche del pasado jueves en Barcelona, donde se encontraba la ministra con motivo de una entrega de premios. Esta entrevista sirvió como un primer intercambio de intenciones, a la espera de si se consuma un encuentro entre el president y Mariano Rajoy.

Fuentes consultadas por Efe explican que Sáenz de Santamaría y Puigdemont quedaron en verse de nuevo. Precisamente, la vicepresidenta volverá a Barcelona el lunes que viene para la toma de posesión del nuevo delegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo, que puede ser una de las personas clave en los contactos entre el Estado y la Generalitat. Una vez abierto el diálogo de forma discreta, sobre la mesa están las 46 demandas que Puigdemont trasladó a Rajoy el pasado abril. El president también insiste en celebrar un referéndum de autodeterminación, el mayor escollo en las relaciones entre los dos ejecutivos.

Por otra parte, el president Puigdemont se mostró ayer confiado en lograr finalmente aprobar los Presupuestos catalanes del próximo año, que considera indispensables e imprescindibles para culminar el proceso soberanistas. Sin embargo, el Govern depende del respaldo de la CUP, a los que lanzó una advertencia: “Si no hay presupuestos no habrá referéndum”.

“Hoy en día la mayoría de la sociedad no entiende el futuro de Catalunya sin Estado propio”, aseguró el president, que explicó que la única manera de culminar el proceso soberanista es “encadenar todos los eslabones hasta el final”. Así, Puigdemont aseguró que se mantendrá fiel al compromiso con el procés que asumió cuando llegó al poder y pidió a la CUP que no decepcionen a los partidarios de la independencia. “Soy fiel a mis ideas, que son profundas y sólidas, pero con voz propia”, concluyó. - DNA