madrid - Fue la imagen de la jornada. Una andanada dialéctica del portavoz del PP, Rafael Hernando, que apuntó que Pablo Iglesias “usó el nombre de España para ponerse a la venta de gobiernos extranjeros como Venezuela o Irán”, motivó que la bancada de Unidos Podemos abandonara sus puestos como forma de protesta ante la negativa de la presidenta de la Cámara, Ana Pastor, a dejar pronunciarse por alusiones a Iglesias. La espantada duró poco, ya que los 71 representantes de la coalición de izquierdas volvieron a sus sillones para la votación.

Más tranquila que la sesión matutina, en la que Iglesias enfadó sobremanera a los socialistas y populares por asegurar, en referencia al despliegue policial de medio millar de efectivos que se montará por la manifestación Rodea el Congreso que se llevará a cabo mañana, que “hay más delincuentes potenciales en esta Cámara que allí fuera”, la respuesta de Hernando a esas palabras encendió los ánimos de Unidos Podemos. Acusaciones como “populistas” que “viven de la demagogia y la mentira” prendieron la mecha de una disputa que no tuvo réplica. Disconforme con la alusión a su colaboración con regímenes totalitarios, Iglesias vio cómo Pastor le negaba la contestación aunque invocara al artículo 71 del reglamento interno.

Entrecomillada la alusión, Pastor dejó sin palabra a Iglesias. Dirigiéndose a Hernando, a continuación, le preguntó si deseaba retractarse de sus palabras. No lo hizo, sino que echó más leña al fuego respondiendo con un lacónico “señorías, cuatro millones de dólares, gracias”, en alusión a la cantidad que habría abonado el gobierno venezolano a los creadores de Podemos. Con el lío montado para entonces, Iglesias no dudó en exclamar un “¡qué vergüenza!” mientras era reprendido por la presidenta por su actitud. Su grupo optó entonces por abandonar el hemiciclo en señal de protesta. Pastor dio paso a Rajoy.

Las redes sociales dieron buena cuenta del estupor de Unidos Podemos al ver que la presidenta, en una maniobra tildada de “muy grave”, se saltó el reglamento de la Cámara “y no nos permite desmentir alusiones falsas al honor”. “No está al servicio de la Cámara, sino al servicio del PP. Mal comienzo con un estilo autoritario por parte del PP”, mascullaba Iglesias a los medios. La formación morada, por último, presentó un escrito de queja. - I.F.